7 de Septiembre del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Yo soy Dios, el Padre de la noche y el día. En estos
días, muchas personas reconocen y buscan refugio para protegerse de un
severo huracán que se aproxima*. Algunos huyen. La mayoría reza
pidiendo Mi protección. Cuánto anhelo que esta actitud consuma los
corazones por los males que amenazan su mismísima salvación. La mayoría
de los males no se reconocen; incluso se aceptan socialmente. La
gente no reza pidiendo que Yo los proteja de ellos. Tampoco intentan
resguardarse de esos males.”
“El pecado es una
amenaza en el mundo mayor que cualquier tormenta atmosférica. Mientras
que los efectos de un huracán son de larga duración y de gran
repercusión, los efectos del pecado han cambiado a la sociedad en
general, han hecho más grande el abismo entre Mi Corazón y el corazón
del mundo y han cambiado el futuro del mundo. Las almas se pierden en
cada momento presente, pues no pueden reconocer el mal.”
“Mis
estatutos –Mis mandamientos– no solamente definen el sendero a la
salvación, definen el mal. Busquen refugio en Mi Corazón Paternal
contra cualquier transgresión a Mis mandamientos. Recen pidiendo Mi
protección contra el pecado. Huyan del pecado como si fuera un mortal
huracán.”
“Yo soy su Provisión. Mis mandamientos son su protección.”
Lean Nahúm 1:3 y 7
El
señor es lento para enojarse, pero es grande en poder y no deja a nadie
impune. Él camina en la tempestad y el huracán, la nube es el polvo de
sus pies. …El Señor es bueno con los que esperan en él, es un refugio
en el día de la angustia; reconoce a los que confían en él…
*Huracán Irma
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