18 oct 2019

15 oct 2019 - EE.UU: Dios Padre: Que no los engañen sobre ese lugar aquellos con autoridad pero sin discernimiento...

15 de Octubre del 2019
Mensaje Público
 
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre.  Dice:  “El poder desordenado ha confundido –incluso destruido– muchas vocaciones religiosas y muchos proyectos bien intencionados.  Aquí en este lugar de oración la única intención es rezar.  A través de las oraciones que se ofrecen aquí, se salvan almas y el sentido común detiene la confusión.  Luego de una ‘investigación’ superficial, la autoridad desordenada afirma que no hay nada espiritual sucediendo aquí.  En realidad, hay algo espiritual sucediendo en cada momento presente, en cada corazón.  Esta es la batalla entre el bien y el mal que tiene que ser reconocida para que triunfe el bien.  Negar esto es negar el combate constante que Satanás libra en cada corazón para llevarse al Infierno con él a cada alma.  Este combate espiritual no se detiene aquí en este lugar de oración.  De hecho, se intensifica porque Satanás intenta deshacer las abundantes y profundas gracias que se ofrecen aquí.”
 
Que no los engañen aquellos con autoridad que carecen de discernimiento honesto.  Con frecuencia, el auténtico discernimiento no está presente en los títulos.  Es difícil, en el mejor de los casos, que los fieles descubran esto.  Muchas veces, el poder desordenado tiene intenciones ocultas en las decisiones injustificadas.” 
 
Lean 1ª Pedro 5:2-4
Apacienten el Rebaño de Dios, que les ha sido confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios;  no por un interés mezquino, sino con abnegación;  no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el Rebaño.  Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de gloria.
 
Colosenses 2:8-10
No se dejen esclavizar por nadie con la vacuidad de una engañosa filosofía, inspirada en tradiciones puramente humanas y en los elementos del mundo, y no en Cristo.  Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y ustedes participan de esa plenitud de Cristo, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad.
 

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