8 de Diciembre del 2019
2º Domingo de Adviento
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos, Yo he conocido a cada uno de
ustedes desde el principio del tiempo. Incluso antes de que se formaran
en el seno de su madre, Yo ya los conocía. Yo sabía de sus luchas y de
sus victorias. El día de hoy les digo, crean que Yo quiero solamente
lo mejor para ustedes: su salvación. Entonces, con amor los exhorto a
que comprendan que su salvación está en cada momento presente.”
“Aprovechen el momento presente amándome a Mí y a su
prójimo. Tomen sus decisiones basadas en lo que es bueno y lo que es
malo. Elijan siempre la rectitud. Debido a que Yo los amo tanto, estoy
reservando un lugar en el Cielo para cada uno de ustedes. No me
decepcionen perdiéndolo por medio del pecado. Hoy no vengo para
reprender ni para advertir, sino para abrazar a cada uno de ustedes.”
Lean Gálatas 6:7-10
No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se
siembra: el que siembra para satisfacer su carne, de la carne recogerá
sólo la corrupción; y el que siembra según el Espíritu, del Espíritu
recogerá la Vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque la
cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos. Por lo tanto, mientras
estamos a tiempo hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros
hermanos en la fe.

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