† Revelaciones Privadas †:
Publicado 10/9/2025
22 de agosto, 2025
María Santísima. Fiesta de Santa María Reina.
Mi rebañito, Mi puñadito, Mi Ejército tan amado.
En este día os traigo la Bendición del Cielo: la Bendición que brota del Corazón del Padre, que desciende a vosotros por medio del Corazón de Mi Jesús, por obra del Espíritu Santísimo de Dios.
Abrid vuestro corazón y dejadme depositar esta Bendición en el centro de vuestro ser, cual Joya preciosa.
Cuánto necesitáis, hijos, la Bendición del Cielo, para contrarrestar la multitud de ataques y maleficios que el enemigo dirige en vuestra contra para destruiros.
Más que nunca, hijos, os es NECESARIA la Gracia Santificante que es fruto de vuestra unión con la Santísima Trinidad – el Misterio Divino que os da Luz y Vida.
Por esta razón, hijos, os he pedido que Me dejéis entrar a vuestros corazones para limpiar, sanar, ampliar, embellecer vuestras almas para que podáis recibir y custodiar esta Gracia en el centro de vuestra alma.
Sí, hijos, requiere el sacrificio de la Obediencia, de la Humildad, y sobre todo de la Fe sencilla y pura de niños.
Cuánto os amo, hijitos Míos, y cuánto Me alegra ver vuestros corazones adornados con la Gracia Divina.
Hijitos, veo vuestros esfuerzos por hacer lo que os he pedido de parte del Padre, y Me dais gran gozo. [sonrisa]
Yo estoy siempre a vuestro lado, recordándoos que alcéis la mirada a Mi Jesús; que recordéis el Cielo al que estáis llamados; ayudándoos a dar un paso más y luego otro más en el camino que el Padre Ha dispuesto en vuestras vidas y en estos tiempos.
Estad en Paz. Y estad atentos.
Atentos a la Voz Divina de la Verdad.
Atentos a la Gracia que se os concede.
Atentos a lo que sucede a vuestro alrededor.
Atentos a la Acción Divina que se desenvuelve en medio de la oscuridad reinante.
Atentos y firmes en la Fe con la mirada en el Rostro Santo de Mi Jesús, para que no seáis engañados.
TODO lo que necesitáis y añoráis lo encontráis en JESÚS. Todo en Él, hijos.
Mis pequeños, la Imagen de Mi Jesús ha quedado distorsionada por incomprensiones, faltas de Fe, manipulaciones demoniacas, indiferencias, y odio.
Por esto necesitáis Mi ayuda para que Su verdadero Rostro, Corazón, Mirada y Voz sea restaurada en vuestra alma y en vuestra mente.
¿Comprendéis porqué os he pedido que Me abráis vuestro corazón y vuestra vida? Para que Yo pueda realizar el trabajo que el Padre Me ha encomendado en estos tiempos de tanta confusión: Restaurar la Imagen de Mi Jesús en vuestras almas, para que, reconociéndolo en verdad, podáis escuchar Su Voz, seguir Sus ordenes, y cumplir la Voluntad del Padre.
Yo SIEMPRE os traeré a Mi Jesús. SIEMPRE.
Y os repito: “Haced todo cuanto Él os diga.”
Como Mis pequeños niños, necesito que tengáis vuestra vista siempre puesta en el Padre que os ama, con la Fe firme de que Le pertenecéis; que Él es vuestro Padre Todopoderoso que os ama y permite todo para vuestro bien eterno. Esta Fe os afianza en la Esperanza y en la Paz. Sin temor.
La Fe y el Amor de un niño que confía plenamente en su Padre.
Y como soldados de Dios necesitáis estar atentos. Despiertos. En Guardia. Con vuestra armadura puesta, con vuestros oídos abiertos a la más mínima orden de vuestro Capitán.
Repitiendo el Nombre de Mi Jesús, cual nota verdadera que os ayuda a identificar todas las mentiras que el enemigo lanza en contra vuestra.
Mis niños y Mis soldados.
Vuestros sacrificios, oraciones y ofrendas obtienen gracias de Misericordia, de Perdón, de consuelo y fortaleza para muchos.
Gracias, hijos, por vuestra cooperación, por vuestro amor y obediencia.
Estad en Paz. Sois amados. [sonrisa]
Y cuando os abandonáis a Nuestra Acción, Nosotros disponemos de todo para completar en cada uno Nuestra Obra.
“Estad en Paz”, hijos, no quiere decir que bajéis la guardia. DEBÉIS ESTAR ATENTOS – por vosotros mismos y por vuestros hermanos que aún no despiertan.
“Estad en Paz” quiere decir, hijos, que recordéis que sois hijos de Dios, que sois amados, que el Padre os conoce y lleva a cabo todo en vuestras vidas – penas, purificaciones, formación, Gracias – para que estéis con Él por toda la eternidad.
Esta es la Paz que viene de la seguridad en vuestra FE, que os permite permanecer de pie en medio de la tormenta.
Os amo, hijos.
Ahora, acompañadme en un acto de gratitud y adoración a la Santísima Trinidad. Ofreced Conmigo vuestros corazones y vuestro amor, y vuestra confianza en Él.
Te adoramos, Padre Eterno.
Te adoramos, Jesús, nuestro Salvador.
Te adoramos, Espíritu Santísimo de Dios.
Te adoramos, Misterio Divino de Amor, que desciendes a Tus creaturas para dar Luz, Gracia, y Salvación.
Te adoramos en unión con todos Tus Ángeles fieles.
Te adoramos en unión con todo lo creado, fruto de Tu Amor y Bondad.
A Ti sea dada toda Gloria, toda honra y alabanza.
A Ti se eleve cada corazón y cada mirada.
En Ti confíe cada alma y en Ti se abandone cada espíritu,
Para que Tu Santa y Perfecta Voluntad reine en todas Tus creaturas.
Amén.
Mis pequeñuelos, uníos a Mí en oración – en la oración sencilla que brota de vuestros corazones, en vuestras propias palabras – la verdadera ORACIÓN FILIAL que os obtiene multitud de Gracias porque atrae la sonrisa del Padre sobre vosotros.
Os bendigo con todo Mi Amor Maternal.
Permaneced Conmigo en Mi Jesús.
No bajéis la guardia, hijos.
Vuestra Madre del Cielo que tanto os ama, María Santísima,
Reina de todos los Santos Ángeles.
Reina de la Santa Iglesia.
Reina de los hijos de Dios.
Reina del Cielo y de la Tierra por Voluntad Divina y para Gloria del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santísimo de Dios.
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