13 de Agosto del 2018
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “El alivio puede llegar de muchas
formas. Puede ser el clima fresco tras un calor agobiante. Puede ser
paz entre grupos contrarios. Puede ser alimento en presencia del
hambre. Puede ser fe en presencia de la incredulidad. Cualquiera que
sea la situación, el alivio es una gracia del Cielo.”
“A veces, si el alma depende demasiado de sí misma, Yo retrocedo y
retengo el alivio. Otras veces, el alma es muy buena ofreciéndolo todo,
de manera que, una vez más, Yo espero prudentemente. Hay ocasiones en
que ni el alma misma reconoce sus necesidades hasta que Yo intervengo y
ofrezco alivio.”
“Yo veo todo y lo sé todo. Siempre estoy con ustedes ofreciendo alivio en el tiempo perfecto. Nunca desesperen.”
Lean Salmo 4:2-9
Respóndeme cuando te invoco, Dios, mi defensor, tú, que en la
angustia me diste un desahogo: ten piedad de mí y escucha mi
oración. Y ustedes, señores, ¿hasta cuando ultrajarán al que es mi
Gloria, amarán lo que es falso y buscarán lo engañoso? Sepan que el
Señor hizo maravillas por su amigo: él me escucha siempre que lo
invoco. Tiemblen, y no pequen más; reflexionen en sus lechos y guarden
silencio, ofrezcan los sacrificios que son debidos y tengan confianza en
el Señor. Hay muchos que preguntan: “¿Quién nos mostrará la felicidad,
si la luz de tu rostro, Señor, se ha alejado de nosotros?”. Pero tú
has puesto en mi corazón más alegría que cuando abundan el trigo y el
vino. Me acuesto en paz y en seguida me duermo, porque sólo tú, Señor,
aseguras mi descanso.
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