30 de Noviembre del 2019
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hoy quiero hablarles sobre el acto de
dar regalos. Regalar en sí no es algo malo y, si se practica de manera
generosa, puede ser una gracia enorme. La época de Navidad se complica
solamente cuando el materialismo se vuelve la prioridad en lugar del
nacimiento de Mi Hijo. Aquí es donde los medios de comunicación tienen
un papel importante. Los medios ensalzan el consumismo como la fuente
de toda alegría y felicidad, sobre todo durante la temporada navideña.”
“Si el alma pierde de vista el verdadero significado de la Navidad,
esa alegría, en el mejor de los casos, será efímera y superficial. Les
hago un llamado a un sentido más profundo de la alegría; una alegría
que da paz al corazón. Se trata de una alegría que llega a ustedes en
proporción a la fe que tengan en el corazón. Aquellos que tienen
verdadera fe en sus corazones y creen sinceramente que Mi Hijo nació en
el establo de Belén tienen el regalo más grande de todos. Ningún bien material del mundo puede dar mayor alegría.”
“Dar regalos de índole material puede ser una expresión del amor
humano de unos por otros. Esto es bueno y aceptable a Mis Ojos. Sin
embargo, no permitan que eso sea la única prioridad de sus corazones
mientras celebran la fiesta de la Navidad.”
“Preparen sus corazones con obras de caridad hacia los menos
favorecidos. Esto evita enfocarse en uno mismo y permite que se centren
en el verdadero significado de la Navidad. Entonces, el nacimiento de
Mi Hijo tendrá un lugar en sus corazones.”
Lean Lucas 2:6-7
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser
madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y
lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el
albergue.


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