14 ene 2022

Mensaje Monte Faro de Luz dic 2021 Casa Julio

 † Revelaciones Privadas †:
CASA DE JULIO - 6 DE DICIEMBRE 2021 Faro de Luz, España
 

Pequeños míos, hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y luz de mi Luz en vuestras almas.
 
Meditad, hijos míos, a JUAN, a mi pequeño Juan.
 
Hoy vengo vestida de blanco para vosotros, hijos míos, que os he traído a esta Casa de Oración, mi Casa de Amor. Sois componentes de Faro de Luz ya, hijos míos, porque vosotros lo habéis dicho. ¿Sabes lo que significa esto?, amor, amor a vuestra Madre, y vuestra Madre os da Amor, Amor, Amor.
 
No os olvidéis del Sagrario, ya os dije a vosotros con mi hijo, que no tengáis rencillas ni rencores en las familias, que seáis todos en uno en mi Hijo Jesús, ¡alerta, hijos míos!, está próximo todo, Yo no puedo decir la hora ni el día, pero está próximo, por eso Yo en todo el mundo que me aparezco les digo lo mismo: convertíos, ayunad, tomad el Cuerpo y la Sangre e mi Hijo para que tengáis vida, y pedid por aquellos que no tienen nada, que están solos, tristes y abandonados; acordaos de aquel que veis en la calle o en cualquier lugar, es mi Hijo que está en ellos, y vosotros también sois mi Hijo Jesús; sed humildes y sencillos, quitaos la soberbia el “ego”, quitaos la maldad, los caprichos, pedid por aquellos que hacen mal, por aquellos que dicen y hablan de paz y luego hacen la guerra; pedid por Polonia, hijos míos, en estos momentos, también por Europa. Están cerrando las iglesias, mis hijos, porque no hay vocaciones sacerdotales, porque el mundo está atravesando lo que un día pasó con Noé, Sodoma y Gomorra, con Moisés también, y ahora el mundo que va muy deprisa, pero prisa a la maldad, al pecado, a las borracheras, al odio, a no amarse, y mi Hijo vino y murió por todos vosotros y está muriendo por aquellos que van a venir. El hombre en vez de ir a su Dios le está dando la espalda, porque el mundo está lleno de masones, el Demonio está acaparando los corazones humildes, los corazones que a Mi me aman y Yo los amo a todos; pero es muy astuto, entra por los sentidos y cuando entra en el hombre o en la mujer, ya está cogido, por eso tenéis que pedir la fe, la fe de mi Hijo y a mi corazón Inmaculado para estar siempre con vosotros.
 
Pedid por vuestras familias, no tengáis rencores ni cóleras en los matrimonios, amaos, fortaleceos con el Espíritu de mi Hijo que es el que lleva al Cielo, ¿entendéis? Sabed que hay un Infierno y un Cielo, y Yo vengo a dar estos Mensajes para que vengáis a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo, para que así un día estéis en la Moradas Celestiales que preparó mi Dios, vuestro Dios, antes de hacer el mundo; creed en Él, amadlo, porque Él es Creador vuestro.
 
Hijos míos gracias por estar aquí con mi pequeño, pero esto no es una casualidad, esto es una realidad, porque habéis venido a llenaros de mi Corazón, y que mi hijo os hablara de Faro de Luz; pero Yo quiero que vosotros vayáis también, haced esa pequeña penitencia, porque vosotros también tenéis que pedir por esta, por vosotros, porque todavía os falta.
 
Sed pequeños, haceos pequeñitos, niños, el niño no tiene maldad, el hombre sí; y buscad el Aroma de mi Hijo, como ahora quiero que cada uno de vosotros vengáis a la cabeza de mi hijo y toméis el Aroma que mi Hijo y Yo le hemos dado para que imprima envuestros corazones y pidáis la gracia que traéis; tocadle la cabeza, hijos míos; buscad siempre el Aroma, y pensad que mi Hijo y Yo estamos en vuestros corazones siempre.
 
Luchad, predicad el Evangelio de mi Hijo aunque no crean, aunque digan que estáis locos, que no sabéis donde vais, pues mejor, hijos míos; llevad la cruz, pequeña o grande, porque mi Hijo está en la Montaña con los brazos abiertos esperando que vayáis y Él os refugie en su Corazón, para que un día cuando muráis vayáis a esas Moradas que Él creó para todos sus hijos.
 
Caminad en silencio, pero siempre orando; y os digo, como digo en Faro de Luz, el Rosario es vuestra arma para subir al Cielo, no os canséis de rezar el Rosario, la oración preferida de mi Corazón; y os digo también, comed y bebed siempre el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo para que tengáis vida, hacedlo, verás que

felices seréis; el que tiene a Dios nada le falta; buscad, llamad, se abrirá y os dará. No seáis teólogos, ni filósofos, ni grandes gentes, sed pequeños, ahí va la humildad al Corazón de Dios, mi Dios, Él no busca a los poderosos, busca a los humildes, a los nada.
 
Ayudad al prójimo, a aquel desvalido, a aquel que no tiene nada, si podéis, si no podéis con dinero, como vosotros decís en la tierra, llevadle esperanza, habladle. Caridad, fraternidad, amor, eso es lo que quiere mi Corazón y el Corazón de mi Hijo, pronto triunfaremos en la tierra; y no tengáis miedo con los días de tinieblas que van a venir; y por eso os digo al mundo entero que tenéis que pedir por la conversión del mundo, porque el día que venga el Hijo del Hombre, mi Hijo de Amor; se llevará a uno y dejará a otro, el sufrimiento total para aquel que se quede; por eso Yo en todo el mundo estoy diciendo: venid a vuestro Dios y a mi Corazón para salvaros a todos, cuando estéis en las casas rezad el uno por el otro, y sed serviciales como al principio os dije, no tengáis pereza, no tengáis soberbia, cuando discutáis, no discutáis, id al Corazón de mi Hijo y poned todo a su Corazón; dice el hombre en la tierra: “dos no riñen si uno no quiere”, pues eso es bonito, no hay que reñir, no hay que alzar la voz, no hay que sublevarse el uno con el otro, el que tiene a Dios, nada le falta, y todo lo que sale de su corazón es amor.

Por eso vosotros que estáis aquí, hijas mías, hijos míos, haced lo que Yo os digo, verás que bien vais a ir, el corazón vuestro se llenará de gozo siempre cuando tengáis a mi Hijo en vuestra alma, en vuestros labios, en vuestro ser.
 
Os quiero mucho, hijos míos, gracias por venir aquí, a mi Casa de Oración, a estar este rato con vuestra Madre y Ella Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz, Faro de Luz.

Rezad mucho por los ateos, rezad mucho por aquellos que odian a su Dios, rezad mucho para que aquellos que hacen sacrilegios diariamente, todas las horas, todos los minutos  
del día y de la noche, que todos los que vayan a morir y que estén muriendo se  acuerden de su Dios y le digan: “Señor perdóname por todos mis pecados, por todas mis ingratitudes, por todo el mal que he hecho; yo quiero pedir a ese Dios, mi Dios, que me de la luz y la fuerza para decirle: sí, Te amo, llévame a las Moradas que Tú has  preparado para mí”.

Ahora, hijos míos, os voy a bendecir; pero como siempre, os bendice mi Dios Padre Todopoderoso, mi Hijo de Amor, el Espíritu Santo mi Esposo Santificador y Yo vuestra  Madre Miriam, Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz, Faro de Luz.
 
Adiós, hijos míos, adiós pequeños.
 
Gracias Madre.

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