10 de diciembre 2025
El Escapulario Verde, EEUU
Anna Marie: Por favor, habla, Santa Madre, porque tu sierva pecadora ahora está escuchando.
Madre María: Querida mía, sé que ahora estás en oración, pero te pido que escuches a tu Madre Celestial. Mi Hijo continuará protegiéndote de todas las formas de mal, y sabemos que son muchas. Se acerca el tiempo en que las fuerzas destructivas del mal harán mucho por detenerte a ti y a muchos otros de orar por la conversión de los pecadores y por las Almas Santas del Purgatorio. Pero ni tú ni ninguno de mis Apóstoles pueden dejar de hacer sus oraciones diarias. Es por vuestras oraciones diarias que nuestro Padre Celestial no ha castigado a vuestra Nación. Este País se ha convertido en una abominación de desolación, por todas las perversiones de los pecadores y por lo que han hecho y están haciendo a mis Hijos Inocentes. Por favor, continúen sus oraciones por el rescate de mis Pequeñitos en este y en otros Países. Oren para que mi Hijo envíe a aquellos que puedan descubrir a estos diabólicos “traficantes de esclavos” de mis pequeños, que están siendo utilizados para la explotación sexual. Muchos anhelan la muerte (los niños que están siendo traficados), pero con vuestras oraciones, mi Hijo puede guiar a las Fuerzas Policiales para encontrar y recuperar a estos Pequeñitos Inocentes. Querida mía, ¿puedes por favor compartir este mensaje con mis amados Apóstoles?
Anna Marie: Sí, amadísima Madre. Santa Madre, ¿quieres que todos los Apóstoles hagan como yo y los coloquen en el Santo Cáliz en la Misa antes de la santa Consagración y la Transubstanciación?
Madre María: Sí, querida mía, enseña a mis hijos cómo estar en Comunión con Su Sangre Más Preciosa y Divina.
Anna Marie: Sí, mi Santa Reina, gracias por venir. Te amamos muchísimo, Madre María.
Madre María: Sí, yo también amo a todos mis amados Apóstoles.
FIN DEL MENSAJE
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