21 de Enero del 2020
Día de María, Protectora de la Fe
XXXIV Aniversario
La Santísima Virgen María dice: “Alabado sea Jesús.”
“Queridos hijos, hace muchos años vine con esta Mensajera
solicitando la advocación ‘Protectora de la Fe’. Mi solicitud fue
rechazada y despreciada por aquellos que se negaron a reconocer la gran
crisis de fe que estaba iniciando y que se convertiría en algo común en
toda la Iglesia. Ahora, en los tiempos actuales, la verdadera fe
solamente la conservan los corazones de un Resto Fiel decreciente. Lo
que fue considerado como innecesario por la autoridad existente hace
tantos años, ha demostrado ser un arma llena de gracia en la batalla por
proteger y resguardar el Depósito de la Fe en los corazones y en la
Iglesia misma. Esta advocación de Protectora de la Fe ha demostrado ser
no sólo una advocación más, sino un escudo de gran poder contra la
apostasía. Nadie con sentido común podría negar esto en verdad.”
“Por lo tanto, vengo hoy para reiterar la seria necesidad de esta
Advocación, a pesar de la indiferencia por parte de toda autoridad por
reconocerla. Yo vendré a socorrer a todo aquel que busque Mi ayuda
frente a la incredulidad o la persecución del pensamiento liberal. Yo
protegeré el don de la fe que Dios tan generosamente ha puesto en los
corazones. Yo soy su escudo contra los no creyentes.”
“Nunca abandonaré a los fieles, incluso en la muerte. Ustedes son
Mis hijos; Yo soy su Madre. Los tengo en Mis Brazos y los abrazo en Mi
Corazón. Yo los hago fuertes ante toda debilidad. Invóquenme por Mi
nombre: Protectora de la Fe.”
Lean Efesios 2:19-22
Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino
conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Ustedes
están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los
cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. En
él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un
templo santo en el Señor. En él, también ustedes son incorporados al
edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.
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