15 de Diciembre del 2013 - Mensaje del Divino Espíritu Santo a su amado hijo Marcos Tadeu
MENSAJE DEL DIVINO ESPÍRITU SANTO
“Mis ciudadelas, mis ciudades santas, mis almas electas, Yo, El Espíritu de Amor, les reuní aquí y aquí les traje por medio de María Inmaculada para colmar sus almas con Mi Amor y Mi Gracia en estas Apariciones donde Me derramo con toda la propulsión de Mis Dones y de Mi Amor, por medio de Mi Esposa Castísima, la Inmaculada Concepción, en la cual Yo generé el Verbo de Dios, el Redentor y Salvador de ustedes, estoy aquí para realizar en ustedes, retumbantes y grandes conversiones. Es por lo tanto, la hora del “sí” de ustedes, ha llegado la hora de la decisión de ustedes, entréguense a Mi Amor y déjense conducir y guiar por Mí por el camino de la santidad, que aquí por medio de María Inmaculada, de los Ángeles y de los Santos, Yo les apunté.
Ustedes son Mis ciudades santas, son Mis ciudadelas, son Mis palacios reales, y Yo les creé para habitar en ustedes con magnificencia, honor y gloria. Pero lo que ustedes hicieron, arruinaron Mis ciudadelas con pecados sensuales, con pecados de desobediencia a Nosotros, con el amor desordenado de la voluntad de ustedes, de las cosas vanas del mundo y de la carne.
Ustedes destruyeron Mis ciudadelas, que son ustedes, siguiendo las malas inclinaciones de ustedes y menospreciando las buenas inclinaciones e inspiraciones que doy constantemente a ustedes para salvarles.
¡Oh, como es bendita el alma que sigue Mis inspiraciones fielmente y se deja guiar por Mí!
Cuan maldita es el alma que igual siendo avisada no da oídos a mi voz, la voz de la sabiduría, que suena para impedirla de caer en el abismo. En verdad les digo, a esa alma loca, soberbia y caprichosa, Yo dejaré caer para que reconozca su mal, para que reconozca que fuera de Mí no es nada, no será nada y nunca hará nada.
Bienaventurada el alma, que se deja conducir por Mí y Mis inspiraciones permitiéndome hermosear sus paredes, sus rutas, sus casas, sus palacios, su ciudad, su ciudadela santa que es su alma, porque a esta alma daré una belleza reluciente como ella nunca conoció antes y las almas, las otras ciudades que están todas arruinadas y destruidas por el Rebelde desde el principio, Mi adversario, esas ciudadelas arruinadas, repletas de serpientes y escorpiones, de pecados y vicios, mirarán para la inmensa belleza espiritual de ustedes y desearán la belleza de ustedes, entonces santamente seducidas por ustedes, por la belleza de ustedes, ellas se encantarán por Mí y también se dejarán restaurar por Mí.
Sonó Mi hora, sonó también la hora del Padre, así como Mi hora sonó en el año de 2005, ahora sonó la hora del Padre Eterno en las Apariciones de Jacareí.
Él vino y vendrá otras veces para enseñarles lo que es perfecto a sus ojos, para quemarles con su fuego, que Soy Yo mismo, no permitiendo en ustedes ningún compartimiento con el pecado, Él vendrá Conmigo para finalmente doblar la rebeldía de ustedes, curvar la frente terca y soberbia de ustedes y hacerla finalmente adorar Nuestros Mandamientos, Nuestros preceptos y principios de Amor y Yo, el Espíritu Santo en persona continuaré actuando aquí, con el Padre, con el Hijo, con María, con los Ángeles y Santos para transformar las ciudadelas de sus almas en verdaderas joyas raras de Nuestra Gracia para espanto de Nuestros enemigos, para mayor júbilo de los justos y santos y mayor conversión de los ignorantes.
Yo verdaderamente amo este lugar, como la pupila de Mis ojos, amo a cada uno de ustedes, ustedes son Mis ciudades, y Yo quiero vivir con ustedes y en ustedes, Yo quiero actuar con ustedes y en ustedes, y quiero hacer en ustedes abundantemente muchas y muchas gracias de amor, vengan a Mí, denme sus corazones, no tarden más y hoy mismo Mi Llama de Amor descenderá sobre ustedes y les quemará completamente.
Yo, el Espíritu de Amor, el Dulce Esposo de ustedes, vengo para verdaderamente en sus almas entrar y construir Mi sala real, Mi palacio real, donde les enseñaré Mis leyes, Mis guías, ustedes son los canales por los cuales hago Mi agua llegar a todas las almas, Yo podría hacer eso solo, pero quiero precisar de la ayuda de ustedes, por eso denme su “sí” y no obstruyan el alma de ustedes, impidiendo que el agua de Mi Gracia corra a todos los que tienen sed, pero antes, abran este canal largamente por el “sí” de ustedes, renuncien a ustedes mismos, renuncien a la voluntad de ustedes, a las cosas que así tapan este canal, y no permiten que reciban el agua de Mi Gracia y que otras almas también no la reciban. Para que entonces el río de la vida que Yo broto de Mi ceno, corra por el ceno de la ciudad que es el alma de ustedes, corra por medio de la ciudad, que es el mundo, la sociedad y las naciones, haciendo lo que antes era desierto, haciendo lo que antes apenas era ruina, reviva, reverdezca, sea reconstruido.
Yo les amo tanto, y Soy Yo mismo que les escogí. Hoy soplo sobre ustedes Mi aliento de gracia para darles la paz del corazón, para inspirarles a amarme más, a amar más al Padre, a amar más al Hijo, a amar más a la Virgen Inmaculada.
Soplo sobre ustedes Mi aliento de vida para que verdaderamente, los huesos resecados que Yo mostré al Profeta revivan y nuevamente se creen carne, órgano, tejido, piel y entonces todos vivos Me sirvan, Me glorifiquen y entonen Mi alabanza.
Porque no tengo necesidad de pecadores, una nación pecadora no sirve de nada para Mí. Quiero almas santas que vivan en Mí y Yo pueda vivir en ellas. Por eso Yo vengo para revivirlos.
Vengan a Mí y Yo les llenaré de Mí mismo hasta transbordar en ríos de agua viva en ustedes Mi Gracia.
A todos en este momento bendigo, bendigo especialmente a Mis hijitos que vinieron de los Estados Unidos para estar Conmigo. Sobre ellos ahora derramo un rayo de gracias especial y sobre todos ustedes que están aquí desde siempre Conmigo, y que son Mi Corte Real, que están siempre en el amor y en la adoración y que ya son verdaderamente Mi posteridad, Mi heredad, Mi descendencia.
Sobe ustedes, en este momento derramo una extraordinaria lluvia de gracias y sobre ti Marcos, el más esforzado y obediente de Mis hijos, de Mis siervos, de Mis ciudadelas, digo: ¡Adelante! No te importes con los ataques e incomprensiones, ni siquiera críticas y condenaciones, porque Yo estoy contigo, fija tu mirada en Mí y en nadie más. De vez en cuando te permito sufrir para que no pongas tu corazón en nadie, sólo en Mí, porque sólo Yo Soy fiel, sólo Yo entiendo verdaderamente tus profundas razones y aquello que los otros ven en tus actos no es lo que Yo veo.
Lo que Yo veo en tus actos, Yo conozco muy bien y sé que tu quieres impedir las trampas de Satanás, antes que ellas caigan sobre ustedes. Por eso, adelante, fija tu mirada en Mí, déjate conducir y guiar por Mí, y no te perturbes por nada, no pongas tu corazón en el polvo de la tierra, porque de lo contario Me lastimarás mortalmente y Yo seré forzado a quitarte este polvo, para que en el no fijes tus ojos, fija siempre en Mí. Porque Yo Soy tu recompensa, tu galardón y tu heredad, sólo Yo Soy la realización de todos tus sueños, la realización de todos los anhelos de tu corazón, de todas tus aspiraciones más profundas y solamente Yo te veo perfectamente como eres.
Por eso, ven a Mí, déjate conducir por Mí, porque la venida del Padre Eterno, fue para este pueblo, sino fue para ti que Él vino, ellos son beneficiados por causa tuya. Pero esta gracia del Padre Eterno es tuya, toma por lo tanto posesión del inmenso tesoro que te fue dado, alégrate con Él, pues tienes en tus manos, en tu regazo el rico tesoro y no debes colocar tu mirada en los carbones, en el polvo y en el estiércol de los otros.
Ven, Yo estoy contigo, te quiero, te amo, te deseo.
Deseo a cada uno de ustedes, no pueden imaginar cuanto amor siento por ustedes no pueden imaginar la ternura que tuve cuando les creé, cuando les di la vida, cuando soplé el aliento de vida, cuando hice latir el corazón de ustedes para que el sea Mi morada, cuando infundí el alma de ustedes, para ser Mi ciudadela.
Estoy contigo, Yo digo a cada uno de ustedes: Estoy Contigo, les amo y aunque fuera necesario Yo crearía millares de mundos para probarles lo cuanto les amo dándoles estos mundos. Y ahora vengo aquí a darles mucho más que mil mundos, vengo darme a Mí mismo a ustedes. Abran ahora la puerta de sus corazones largamente para que Mi Amor y Mi Gracia penetre en ustedes.
A todos bendigo con Amor de NAZARETH, de JERUSALÉN y de JACAREÍ.
¡La Paz Mis ciudades santas, como les amo!
Dejo un beso dentro de sus corazones, beso santo, de paz, de amor, conversión, santidad, belleza”
(Marcos): "¿Verdad? ¿Volverás el domingo que viene? Que bueno, preciso tanto de tu voz, preciso tanto ver tus ojos. Hasta pronto amado esposo de mi alma, amado Dios mío"
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