VÍSPERA
DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, en esta
noche santa que precede el día de Mi Inmaculada Concepción, Yo vengo llena de
alegría y de amor a ustedes para bendecirlos y para decirles nuevamente: ‘Yo soy la Inmaculada Concepción.’
Yo soy la nueva humanidad
recreada por Dios, exenta de toda mancha de pecado, toda llena de Dios, tota pulchra, toda bella, toda
resplandeciente de gracia y santidad.
Yo soy la nueva humanidad,
amiga de Dios, deificada, o sea, elevada a la perfecta unión con Dios en la
transcendencia divina.
Yo soy tan pura que soy
la propia pureza.
Soy tan llena de gracia
que soy la gracia.
Soy tan llena de amor que
Yo soy el amor.
Vengo del Cielo para, en
esta noche, decirles: ‘Miren para Mí,
miren para Mí en esta noche santa, en el esplendor de Mi Inmaculada Concepción.’
Miren para el esplendor
de Mi Inmaculada Concepción en estos tiempos de densa tiniebla, pecado y
apostasía, para que entonces Mis hijos, Yo pueda iluminar a ustedes con la luz
de Mi Amor, de Mi Gracia Materna y pueda conducir a ustedes seguramente al
Señor y a la salvación.
Miren para el esplendor
de Mi Inmaculada Concepción, quitando los ojos de ustedes de las cosas mundanas
y terrenas y colocándolos en Mí para que, con Mi luz inmaculada, Yo pueda
conducir a ustedes por el gran desierto de este tiempo de maldad, pecado,
apostasía y enfriamiento del amor a Dios, de modo que ustedes puedan llegar
seguramente a la Casa del Padre, conducidos y cargados en Mis brazos de Madre.
Miren para el esplendor
de Mi Inmaculada Concepción, para que los corazones de ustedes se llenen de
esperanza, de alegría, de fuerza y de amor.
En estos tiempos Mi
enemigo desea destruir todo lo que es bueno, todo lo que es santo, todo lo que
es feliz, todo lo que Yo hago para salvar las almas. Para que ustedes no caigan
en las trampas mentirosas de él que los llevan al pecado, no quiten sus ojos de
Mí Mis hijos, porque entonces ustedes tendrán la visión clara de la Voluntad de
Dios: qué deben hacer, del pecado y del mal del cual deben desviarse y huir, y
de aquello que también deben hacer para salvar sus almas y las almas de los
otros Mis hijos, sus hermanos.
Satanás quiere destruir
toda felicidad, todo bien con el cual Yo reparto a ustedes en Mis Apariciones.
No permitan a él hacer eso, combátanlo con las armas de la oración, de la
vigilancia, del amor. Para que entonces, Mi plan de amor y de salvación se
realice en todos ustedes.
En Mí, en Mi Inmaculada
Concepción, Dios recreó el nuevo mundo, la nueva humanidad que a Él debe
servir, amar, alabar y adorar. Si ustedes están unidos a Mí, si ustedes Me dan
su ‘Sí’, si ustedes viven por Mí y conmigo, entonces ustedes también se tornan
parte de esta nueva humanidad recreada y Yo entonces puedo verdaderamente
transformar a ustedes en la perfecta imagen de los hijos de Dios: puros,
santos, perfectos y repletos de amor como Él, a Su perfecta imagen y semejanza.
Entonces, la vida de ustedes se torna verdaderamente un acto continuo de amor,
de adoración, de obediencia, de alabanza, de acción de gracias al Señor y la
vida de ustedes unida a la Mía, se torna como que un acto incesante de súplica
por la salvación de esta humanidad pervertida y dominada por las fuerzas del
mal.
Si ustedes Me dan el ‘Sí’,
si ustedes viven conmigo, si viven en la obediencia a Mis Mensajes, si ustedes
viven muertos para ustedes mismos y para el mundo, entonces, ustedes pueden
vivir conmigo y en Mí para la perfecta gloria del Padre, del Hijo y del
Espíritu. Entonces, en ustedes se realiza perfectamente la Voluntad del Padre,
Su plan de amor, Su divino designio de salvación.
En esta noche santa denme
su ‘Sí’ Mis hijos y Yo entonces podré finalmente transformar a ustedes en la
nueva humanidad recreada y realizada en Dios, para que entonces, ustedes puedan
verdaderamente experimentar y testimoniar cuan feliz es aquél que vive en Dios
y en el cual Dios vive en él por los lazos místicos del amor.
Dios es amor, el amor es
Dios y si ustedes vivieren en Dios, en el amor como Yo viví, Dios vivirá en
ustedes y ustedes serán elevados y transformados a la perfecta imagen y
semejanza de Dios, serán deificados, o sea, Dios vivirá en sus corazones y
ustedes vivirán en el Señor, participando para siempre de Su vida divina, de Su
felicidad y de Su gloria.
Recen el Rosario todos
los días para que Yo pueda crear en ustedes esa nueva humanidad, para que en
fin Mi Corazón Inmaculado triunfe y el mundo se transforme en un perfecto
reflejo de la Santísima Trinidad y del Paraíso que es el Reino del Amor.
Gracias por haber ayunado
todo este año en los martes y sábados. Ustedes Me ayudaron a salvar muchas
almas en estos dos días Mis hijos. Ahora
vuelvan a ayunar en los miércoles y viernes como era antes, para que Me
ayuden a salvar más almas en esos días de la semana. Hice eso para que ustedes
también comprendan que cualquier día ustedes pueden ayudarme a salvar almas
haciendo ayuno y penitencia.
Hagan pequeños actos de
amor y de penitencia para salvar a las almas. Y en los momentos de flaqueza,
recuérdense siempre: ‘Yo no miro el
tamaño del pecado de ustedes, pero tan solamente el tamaño del amor.’
Deseen a Dios, deséenme.
Desearme ya es amarme y los que Me aman, tendrán
la vida eterna. Pero los que Me aborrecen, los que Me aman menos que a las
otras cosas y que a sí mismos, perecerán para siempre, tendrán la muerte eterna.
Yo a todos bendigo y
especialmente a ti Mi amadísimo hijo Marcos, Mi caballero de la Inmaculada
Concepción, a quien Yo tanto amo y bendigo a todos Mis hijos amados: de FÁTIMA…
de LOURDES… y de JACAREÍ.”
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