Hijos
de Mi Sagrado Corazón. Deseo ardientemente que le tengáis una gran devoción a Mi
padre adoptivo San José, porque fue un hombre de una calidad inigualable y de
una sensibilidad única. Yo, Jesús, os hablo.
Su humildad solo fue superada por Mi Santísima Madre, pero él se sentía
indigno de que Mi Padre Celestial lo hubiera puesto al frente de la Sagrada
Familia, aún hoy en el Cielo, sigue sintiéndose indigno. Obedeció en todo la voluntad
divina hasta en el más insignificante detalle, su fe era maciza, no se
planteaba las órdenes del Cielo solo las cumplía sin a veces entender la razón
de las mismas. Su disponibilidad era total, siempre estaba dispuesto a hacer en
todo momento la voluntad de Dios y lo hacía sintiéndose indigno de ser elegido
para Sus planes. Tal era su disponibilidad
que hasta en el más insignificante detalle, antes de hacer cualquier cosa, todo
lo meditaba para ver o discernir si eso lo quería Dios, incluso en las acciones
buenas. Jamás se buscaba a sí mismo, en todo, en todo, aceptaba la voluntad de
Dios y se sometía a Él con intenso amor. Yo, Jesús, os hablo.
Nunca le quitó
protagonismo a Mi Santa Madre porque se sentía indigno de tener semejante
esposa y, él aceptaba con humildad los consejos que Ella le daba y con total
conformidad. En Mi infancia Me instruyó
como si Yo fuera un niño normal y aun sabiendo y creyendo que Mi naturaleza era
divina, él Me enseñó la honradez y los valores morales en todo momento y las
leyes de nuestro pueblo, porque sabía que tenía que ejercer Conmigo como
cualquier otro padre hace con sus hijos. Hijos Míos, tenedle devoción porque es
un santo muy poderoso en el Cielo, ni Mi Padre Eterno, ni Yo, ni Mi Santa Madre,
negamos nada a este Glorioso santo de lo que nos pide, sus deseos siempre son
secundados por nosotros. Yo, Jesús, os hablo.
No tengáis una vida espiritual
sin que se encuentre en ella el Glorioso San José y, ofrecedle novenas o Misas
de vez en cuando, porque cuando empecéis a tenerle devoción ya no podréis pasar
sin él dado la eficacia de sus intervenciones. En la Iglesia Católica normalmente
los miércoles se honra a este Glorioso Patriarca y, a Mí Me gustaría que
vosotros que leéis estos mensajes, lo honréis el día de la semana que queráis,
sea miércoles o no lo sea, pero que lo honréis
porque Me llenaréis el Corazón de gran alegría. Yo, Jesús, os hablo y os
instruyo.
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