3 oct 2018

30 sep 2018 - EE.UU: Dios Padre: Aunque trasciendo el tiempo y el espacio para darles estos mensajes, son pocos a nivel mundial los que escuchan...

30 de Septiembre del 2018
Mensaje Público
 
 
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre.  Dice:  “Hijos, otra vez vengo a ustedes para ayudarlos a orientar su libre voluntad hacia su propia salvación.  Como cualquier padre cuidadoso, Yo estoy atento a sus necesidades.  No obstante, la decisión final de abrazar Mis mandamientos sigue dependiendo de cada alma.  La indiferencia a Mi llamado es lo mismo que rechazarme a Mí y a Mis mandamientos.
 
Yo nunca doy la espalda a ningún alma, ni siquiera al más grande pecador.  Yo llamo a cada alma a que salga de la oscuridad y entre a la luz. No prometo que quienes abracen la luz de Mi llamado no tendrán que abrazar también la cruz.  De hecho, a veces la cruz es una señal de Mi afecto hacia algunas almas especiales;  las almas víctimas.  Yo siempre envío ayuda a quienes abrazan sus cruces de buen grado.  Yo sigo enviando gracia a las vidas de quienes no creen y a los indiferentes.  Me acerco a ellos en su vida diaria.  Mi Provisión es perfecta para la salvación de cada persona.  Las almas reciben oportunidades una y otra vez para elegir el bien frente al mal.”
 
“Es por Mi Provisión que Yo vengo aquí a darles estos Mensajes.  No obstante, aunque trasciendo el tiempo y espacio, son pocos los que escuchan a nivel mundial.
 
“Escuchen con corazones creyentes. Ese es Mi consuelo.”
 
Lean Isaías 15:5
Mi corazón grita por Moab, sus fugitivos llegan hasta Soar, hasta Eglat Selisiyá.  Sí, por la subida de Lujit, la gente sube llorando;  sí, por el camino de Joronaim se lanza un grito desgarrador.
 
Romanos 2:4-8
¿O desprecias la riqueza de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, sin reconocer que esa bondad te debe llevar a la conversión? Por tu obstinación en no querer arrepentirte, vas acumulando ira para el día de la ira, cuando se manifiesten los justos juicios de Dios, que retribuirá a cada uno según sus obras.  Él dará la Vida eterna a los que por su constancia en la práctica del bien, buscan la gloria, el honor y la inmortalidad.  En cambio, castigará con la ira y la violencia a los rebeldes, a los que no se someten a la verdad y se dejan arrastrar por la injusticia.
 

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