7 may 2019

4 may 2019 - EE.UU: Dios Padre: Les pido que recen por las pobres almas del Purgatorio...

4 de Mayo del 2019
Mensaje Público
 
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre.  Dice: “Hijos Míos, acudan a Mí con confianza, pues todo es posible a través de su confianza en Mí.  Yo no puedo resistirme a un corazón amoroso y confiado. Entréguenme todas sus cruces.  Eso es una señal de su confianza.  Yo veo dentro de cada corazón.  Comprendo todas sus tristezas.  Celebro con ustedes cada una de sus victorias.”
 
 
 
Hoy les pido que recen por todas las pobres almas del Purgatorio.  Estas almas no pueden ayudarse a sí mismas, pero ustedes pueden ayudarlas a ellas para que avancen por los muchos aposentos que hay en el Purgatorio.  Sí, Yo se los digo, así como hay aposentos en los Corazones Unidos, también hay aposentos en el Purgatorio.  El aposento más bajo es muy parecido al Infierno.  Hay muchas almas ahí que no fueron fieles a sus vocaciones en la vida, ya fuera una vocación religiosa o una en el mundo secular.  Las oraciones que ustedes ofrecen por ellas las ayudan a avanzar al siguiente aposento.  En este aposento están quienes vivieron la vida llenos de soberbia.  No rezaron para reconocer la soberbia en sus corazones ni intentaron acercarse más a Mí.  También hay un aposento reservado para los que no rezaron y no aceptaron las cruces en sus vidas.  El aposento más alto está a un paso del Cielo.  En este aposento, el sufrimiento más grande del alma es no estar en Mi presencia.”
 
Aquí debo indicar que no creer en el Purgatorio no niega su existencia.  La incredulidad no puede cambiar la realidad de la verdad.  Cuando ustedes ayudan a que una pobre alma avance en el Purgatorio, esa alma es su aliada constante por el resto de sus vidas.  Sean generosos con sus oraciones por las pobres almas y, sobre todo, por sus familiares difuntos.  Ellos se los agradecerán.”
 
Lean Salmo 3:8
¡En ti, Señor, está la salvación, y tu bendición sobre tu pueblo!
 
2º Macabeos 12:43-45
Y después de haber recolectado entre sus hombres unas dos mil dracmas, las envió a Jerusalén para que se ofreciera un sacrificio por el pecado.  Él realizó este hermoso y noble gesto con el pensamiento puesto en la resurrección, porque si no hubiera esperado que los caídos en la batalla iban a resucitar, habría sido inútil y superfluo orar por los difuntos.  Además, él tenía presente la magnífica recompensa que está reservada a los que mueren piadosamente, y este es un pensamiento santo y piadoso.  Por eso, mandó ofrecer el sacrificio de expiación por los muertos, para que fueran librados de sus pecados.

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