Fragmentos
Hijo mío, la visión que tuviste en tu casa con mi hijo José y mi hija Carmen, cuando viste los dromedarios, camellos y muchos hombres cavando en el suelo, eran los mártires que los hombres, sus hermanos, mataron por defender a mi Hijo de Amor, y los viste subir desde la Tierra hasta el Cielo ya a las Moradas de mi Dios, vuestro Dios, ¡tantos mártires hay todos los días!, por eso vosotros encomendaos a los mártires que ya están en el Trono en la Mesa de mi Dios, vuestro Dios, sea de la raza que sea, hijos míos, si los matan y son hombres hijos de Dios, mi Dios, vuestro Dios, son mártires, como también son mártires los abortados.
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