25 de septiembre de 2019
“Queridos
hijos! Hoy los invito a orar por mis intenciones a fin de que los pueda
ayudar. Hijitos, recen el Rosario y mediten los misterios del Rosario,
porque también ustedes en su vida atraviesan por alegrías y tristezas.
De ese modo, convierten los misterios en su vida, porque la vida es un
misterio hasta que no la ponen en las manos de Dios. Así tendrán la
experiencia de la fe, como cuando Pedro encontró a Jesús, y el Espíritu
Santo le llenó su corazón. También ustedes, hijitos, están llamados a
testimoniar viviendo el amor con que Dios los envuelve día a día con mi
presencia. Por eso, hijitos, sean abiertos y oren con el corazón en la
fe. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”
2 de octubre de 2019
“Queridos
hijos: la voluntad y el amor del Padre Celestial hacen que yo esté
aquí, en medio de vosotros, para ayudaros con amor maternal al
crecimiento de la fe en vuestro corazón, para que podáis comprender
verdaderamente el propósito de la vida terrenal y la grandeza de la vida
celestial. Hijos míos, la vida terrenal es el camino hacia la
eternidad, hacia la verdad y la vida, hacia mi Hijo. Quiero llevaros por
ese camino. Vosotros, hijos míos, vosotros que siempre tenéis sed de
más amor, verdad y fe, sabed que solo existe una fuente de la cual
podéis beber: la confianza en el Padre Celestial, la confianza en Su
amor. Abandonaos completamente a Su voluntad y no temáis. Todo lo que
sea mejor para vosotros, todo lo que os lleve a la vida eterna, os será
dado. Comprenderéis que el propósito de la vida no siempre es ansiar y
tener, sino amar y dar. Tendréis verdadera paz y verdadero amor, seréis
apóstoles del amor; con vuestro ejemplo haréis que esos hijos míos que
no conocen a mi Hijo y Su amor deseen conocerlo. Hijos míos, apóstoles
de mi amor, adorad conmigo a mi Hijo y amadlo por encima de todo.
Procurad vivir siempre en Su verdad. Os doy las gracias. ”
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