Mensaje Público
12 septiembre 2020
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos, no permitan que pensamientos del
pasado atrapen sus corazones. Permanezcan Conmigo en el momento
presente. En esto está su salvación. Permítanme renovar sus corazones
en el Amor Santo en cada momento. En estos días, la falta de Amor Santo
en los corazones es lo que ha provocado cada problema; apostasía,
rencor, impaciencia con los demás, falta de confianza, mentiras y un
desorden general. Todo eso es más que fallas de carácter; son
espíritus con los que las personas cooperan.”
“Todos los días, al levantarse, renueven su compromiso con el Amor
Santo. Esto servirá como una barrera contra las sugerencias de Satanás
conforme pasa el día. Sus ángeles quieren protegerlos del error, pero
ustedes tienen que cooperar con ellos. Aprendan a reconocer los ataques
de Satanás pidiendo discernimiento. Así es como se desbaratan los
planes del enemigo en sus corazones.”
“A gran escala, este es un plan sencillo para la paz del mundo.”
Lean Gálatas 7-10
No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se
siembra: el que siembra para satisfacer su carne, de la carne recogerá
sólo la corrupción; y el que siembra según el Espíritu, del Espíritu
recogerá la Vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque la
cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos. Por lo tanto, mientras
estamos a tiempo hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros
hermanos en la fe.
Gálatas 6:10-17
No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se
siembra: el que siembra para satisfacer su carne, de la carne recogerá
sólo la corrupción; y el que siembra según el Espíritu, del Espíritu
recogerá la Vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque la
cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos. Por lo tanto, mientras
estamos a tiempo hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros
hermanos en la fe. Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la
fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan
resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra
enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades,
contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus
del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de
Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes
después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie,
ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como
coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de
la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán
apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
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