10 de Marzo del 2021
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: “Para poder cumplir Mis mandamientos, tienen que amarme a Mí sobre todas las cosas y a su prójimo como a ustedes mismos. Este Amor Santo es el cimiento de toda santidad personal y sobre lo que serán juzgados. Cuando de verdad examinan sus corazones para ver sus faltas y fallas, tienen que juzgarse en base a estos dos grandes mandamientos.”
“Cuando el alma se esfuerza para vivir en Amor Santo, la táctica preferida de Satanás es la soberbia espiritual. El alma ve los esfuerzos y progresos, y empieza a considerarse una santa. Esto, por supuesto, es un ataque a la humildad sincera, porque la persona que piensa que es santa no ha examinado bien su corazón. Otro ataque favorito de Satanás es utilizar la misma soberbia en la persona que empieza a explorar la liberación. La persona se ve por encima de los demás que no tienen su mismo conocimiento. Esto solamente es una actitud espiritual inmadura, porque nadie conoce el alcance del poder y conocimiento de Satanás. Lo mejor es tener siempre una sana prudencia al tratar con el enemigo. Carguen sus armas con mucha oración y sacrificio para defenderse de cualquier enemigo espiritual. Los mejores soldados contra el mal utilizan la oración humilde y el sacrificio, viviendo siempre en la verdad.”
Lean Efesios 6:10-18
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos…
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