21 de Septiembre del 2018
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Cada don espiritual es simplemente
eso: un don del Cielo. Estos dones nunca se otorgan para que el
receptor sea importante. Se dan para guiar a las almas a la
salvación. Estos dones son tan genuinos como humilde sea el portador.”
“Yo primero guío a las almas en la humildad. Ese es el sello de
los dones auténticos. A través de la humildad es como el alma puede
reconocer sus propias fallas y obstáculos en la perfección
espiritual. Sin la perfección en la humildad, el alma se desvía
fácilmente. El alma que cree que es humilde es la más alejada de la
humildad. El alma que piensa que es santa es la más alejada de la
santidad.”
“El crecimiento espiritual está plagado de peligros; todos basados
en la soberbia. Por lo tanto, no se gloríen de su
espiritualidad. Dejen que sus faltas sean peldaños hacia la perfección
conforme las superan.”
Lean Efesios 2:8-10
Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la
fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios; y no es
el resultado de las obras, para que nadie se gloríe. Nosotros somos
creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar
aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las
practicáramos.
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