31 de Marzo del 2019
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos Míos, les pido que en cada
situación sepan que Yo estoy ahí suscitando la victoria de la aparente
derrota. Si tienen esperanza en Mi victoria, entonces la batalla no
parece tan amarga.”
“Es una gracia que la batalla sobre el control del gobierno de su
País haya salido a la luz. Era mucho lo que se intentaba impugnar a un
sistema aparentemente intachable. Aún así, el enemigo no ha elegido
permanecer tras bambalinas y continúa provocando una controversia tras
otra. Estoy agradecido por un líder conservador y de carácter como el
que ustedes tienen (Donald J. Trump). De lo contrario, la democracia hubiera sucumbido ante las artimañas de Satanás.”
“Igual que con el gobierno, Satanás tiene un plan subversivo para
cada alma. No hay un alma que esté libre de tentaciones. Tengan
cuidado, entonces, de cada conflicto, de cada interacción con las
personas, sobre todo, con los no creyentes. Estén atentos a los ataques
sutiles del enemigo en su vida diaria. Los creyentes tienen que ser
fuertes contra toda forma de desunión. Recen pidiendo por Mi victoria
en cada desafío. Yo estoy tratando siempre de cambiar las
circunstancias para su salvación.”
Lean Efesios 6:10-17
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su
poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las
insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de
carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los
Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que
habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para
que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber
superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el
cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus
pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan
siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas
las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y
la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
1ª Juan 3:19-20
En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos
tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo,
porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las
cosas.
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