3 de Julio del 2019
Mensaje Público
A.M.
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Cuando Yo imparto Mi Bendición Paternal
es por el bien universal del mundo. Los que están presentes en el Campo
reciben el mayor beneficio. Sin embargo, Yo vengo por el bienestar del
corazón del mundo. Mi Bendición llega como una gracia salvífica para
muchos y para disipar la confusión en los corazones de los que la
aceptan. Esta Bendición se va a dar una vez al año, pero siempre
beneficia a los que vienen aquí.”
“Yo pongo Mi Bendición sobre justos y pecadores por igual. Yo
invito a todos a creer. Mientras más profunda su fe, mayor su
Bendición. Muchos no creyentes serán reconciliados con la
verdad. Muchos que no tienen confianza en Mí serán convencidos y
convertidos. Yo puedo ofrecer todas estas gracias porque Yo soy el
Eterno Ahora, el Padre del universo, el Creador de todo bien y de toda
gracia.”
Lean Salmo 3:9, 5:12-13
¡En ti, Señor, está la salvación, y tu bendición sobre tu
pueblo! …Así se alegrarán los que en ti se refugian y siempre cantarán
jubilosos; tú proteges a los que aman tu Nombre, y ellos se llenarán de
gozo. Porque tú, Señor, bendices al justo, como un escudo lo cubre tu
favor.
P.M.
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios Padre.
Maureen dice: “Papá Dios, no entiendo el mensaje de esta
mañana. ¿Cómo es que la Bendición puede ser universal? ¿Cómo es que un
no creyente puede beneficiarse con la Bendición si se tiene que tener
fe para obtener las gracias de la Bendición?”
Papá Dios dice: “Cada oración que se reza en el mundo y cada
gracia que se da beneficia al mundo entero. Por lo tanto, comprende que
cada gracia que el Cielo da es universal. Yo envío la gracia que cada
alma necesita en el momento perfecto. Hay una diferencia entre los no
creyentes y quienes se oponen al Ministerio y a los Mensajes. Los no
creyentes presentes en el Campo cuando se dé Mi Bendición van a recibir
la gracia que necesitan para convertirse. Por supuesto, el libre
albedrío de cada alma determina su respuesta a cualquier gracia que se
dé.”
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