4 de Julio del 2019
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos Míos, Mi Bendición Patriarcal es la
bendición más completa que puedo impartir sobre la Tierra. El próximo
año, en preparación para esta Bendición, la cual se da en Mi Fiesta en
agosto[1], prepararé a las almas impartiendo Mi Bendición de Luz a todos los presentes en la Fiesta de la Divina Misericordia[2]. Yo
soy el creador de toda luz. Yo quiero iluminar de manera especial el
estado de sus almas en cuanto a lo que necesitan hacer para acercarse
más a Mí en preparación para Mi Bendición Patriarcal en agosto.”
“A medida que se acerca Mi Fiesta este año[3],
Yo quiero que todas las almas recen pidiendo volverse recipientes de
gracia en preparación para Mi Bendición Patriarcal. Conforme aguardan
esta poderosísima Bendición, prepárense para acercarse más a Mí y vaciar
sus corazones y sus vidas de todo rencor y de toda iniquidad. Yo
espero la llegada de cada uno al Campo de Nuestros Corazones Unidos.”
Lean Salmo 19:8-15
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el
testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. Los
preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos
del Señor son claros, iluminan los ojos. La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos. Son más atrayentes que el oro, que el oro más
fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal. También a mí
me instruyen: observarlos es muy provechoso. Pero ¿quién advierte sus
propios errores? Purifícame de las faltas ocultas. Presérvame, además,
del orgullo, para que no me domine: entonces seré irreprochable y me
veré libre de ese gran pecado. ¡Ojalá sean de tu agrado las palabras de
mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi
redentor!
[1]2 de agosto del 2020
[2]19 de abril del 2020
[3]4 de agosto del 2019
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