Hijos Míos, los Sagrados Corazones de Mi Santísima Madre y el Mío están llenos de congoja. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, que lamentáis tanta catástrofe, os pido que arriméis vuestra aportación con oraciones, ayunos, sacrificios y mortificaciones. Hijos, hacedlo todo en estado de gracia, sin pecado, para que no se pierda nada y todo suba a nuestro Trono. Yo, Jesús, os hablo.
Sacerdotes de mi divino Corazón, ofreced el Santo Sacrificio de la Misa por la paz del mundo, una Misa bien celebrada, con fe, amor y entrega, aplaca mucho la justicia de Mi Padre Celestial, porque hijos, guerras, crímenes, atrocidades, las ha habido siempre, pero Yo os digo que esta vez es la guerra del Infierno contra el Cielo y alcanzará a muchos de una forma u otra, bien moralmente, bien físicamente. Por eso, a todos os incumbe la paz, la paz de Dios, no la paz de los hombres condicionada y vulnerable. Hijos, orad junto a Mi Santa Madre y ofrecedle perlas de oraciones, de amor y de sacrificios, Ella os lo agradecerá, y bendecirá con creces todo lo que hagáis por estas intenciones. Yo, Jesús, os hablo.
No seáis impasibles ante el dolor de vuestros hermanos extranjeros. Aunque no los conozcáis haceros uno con su dolor, como si estuviera pasando en vuestro país, como si os sucediera a vosotros mismos, porque en nuestros Sagrados Corazones todos sois uno mismo y por todos ofrecí Mi Preciosísima Sangre y Mi Madre Sus dolores. Invocad y haced coronillas y novenas a Mi Arcángel San Miguel quien libra y librará esta terrible batalla del mal contra el bien durante todo el tiempo que dure, el es poderoso y fuerte, pero con vuestras oraciones le ayudáis a alcanzar cuando antes la victoria, porque el os ama y recoge lo que le ofrecéis con inmenso amor. Yo, Jesús, os hablo.
Mi paz os doy y os pido que la mantengáis con vosotros viviendo en comunión Conmigo y en gracia de Dios, nada más eficaz para vencer el mal que arrancar de vuestras almas el pecado. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
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