Hijos
de Dios, todos los abusos que de una forma u otra hacéis tanto en los trabajos, en los fraudes, en las nóminas, en
los actos litúrgicos, violaciones y demás, todos los abusos que voluntariamente
hacéis, lo pagareis muy caro y tendréis si os salváis, duro y largo purgatorio.
Yo, Jesús, os hablo.
Si sois
hijos de Dios debéis imitar a vuestro Padre en todo, pero sobre todo, en la
honradez, sin abusar de nada ni de nadie para provecho propio. Por eso hijos,
revisad vuestras conciencias que no las tenéis limpias. También los sacerdotes,
cuyos abusos eclesiásticos en la administración de los sacramentos Me desagradan
enormemente, porque hay sacerdotes que cobran por la Unción de enfermos o por
otros sacramentos que están obligados a administrarlos gratis, y además, con
total limpieza de conciencia. Yo, Jesús, os hablo.
Hay familias
que tienen a enfermos en sus casas en fase ya terminal y no se atreven a llamar
a un sacerdote, muchas por negligencia sí, pero otras por miedo a molestarlos o
porque nunca les viene bien acudir a visitar al enfermo. Son sacerdotes de
despacho que no quieren más complicaciones que las que les trae internamente la
parroquia, y eso hijos, no es así. Quien tiene a un enfermo en casa y no lo puede
sacar a la calle porque es asistido, debe tenerlo preparado para bien morir, y
el sacerdote que acuda no debe cobrar nada por ese servicio, porque ello es su ministerio.
Si la familia le obsequia con algún donativo u otra cosa, puede aceptarlo, pero
quedando muy claro que es su deber asistir a los enfermos. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos,
no retraséis tanto el bautizo de vuestros recién nacidos, si supierais lo
importante que es el bautismo en ellos, no tardaríais ni una semana en
bautizarlo. Pero como queréis hacer un acto social con un sacramento tan grande
y especial, vais dejando para tal y cual fecha el bautizo y el bebé no se
beneficia de una gracia tan grande que es que le borren el pecado original y
reciba la gracia divina cuanto antes.
Cada día
más Me tenéis muy disgustado las familias que os decís católicas. Vivís un
cristianismo muy adulterado y muy frio y pobre. Debéis ser familias más
entregadas a Mí que Soy Dios y Señor del Universo. Y lo mismo que cuando necesitáis
algo venís a Mí a pedírmelo con el corazón y con sentimiento, Yo os pido
también que los sacramentos a los vuestros, bebés y enfermos terminales sean dados con prontitud y a través de buenos
y santos sacerdotes, que también los hay. Yo, Jesús, os hablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario