Que la paz del Altísimo esté con
todos vosotros, hombres de buena voluntad Mis hermanos, permaneced
unidos en la oración, poned en práctica los preceptos de mi Padre y
socorreos los unos a los otros, para que cuando os presentéis ante el
Tribunal Supremo, seáis irreprochables y podáis ver la Gloria de Dios.
Estad lista y preparada
milicia terrenal, porque los días de la gran batalla espiritual se están
acercando. Que vuestras armas espirituales estén aceitadas con la
oración y vuestra Armadura lista para el combate. A través de nuestro
hermano Enoch, estaremos dándoles instrucciones para el combate
espiritual en aquellos días; estad pues atentos a nuestros mensajes,
para que pongáis en práctica todo cuanto os digamos.
Hermanos, en los días del gran
combate espiritual voy a estar más cerca de vosotros y muchos por la
gracia de Dios, me vais a poder ver. Acordaos que después del Aviso ya
no seréis los mismos; vais a ser seres espirituales dotados con los
dones y carismas necesarios para combatir las fuerzas del mal.
Hermanos, ¿queréis mi
protección?, rezad mi oración de combate todos los días; haced mi
rosario y la coronilla a mis hermanos los Arcángeles y Ángeles del Reino
de mi Padre. Vuestra Armadura debéis tener puesta cada que entréis en
combate espiritual y debéis llamarme con mi grito de batalla: Quien como
Dios, Nadie como Dios ( 3 veces ) y hacer mi exorcismo dado al Papa
León Xlll. Os prometo que sí lo hacéis como os lo estoy diciendo,
ninguna fuerza del mal podrá haceros daño.
No tengáis miedo en hacer mi
exorcismo, no os dejéis intimidar por mi adversario; porque eso es lo
que él quiere, que le temáis para que no podáis combatirlo. Acordaos que
debéis estar en gracia de Dios al hacer mi exorcismo y estar preparados
como buenos soldados que van al campo de batalla. Antes de entrar en
combate, no olvidéis sellarlo todo con la Sangre del Cordero, para que
los demonios no puedan robaros la oración.
Necesito guerreros calificados
en la lucha espiritual, para que combatan junto a Mí y a los Ejércitos
Celestiales, las fuerzas del mal. Mi Padre hermanos, concede las más
grandes batallas, sólo a sus mejores guerreros. El resto de la Milicia
Terrenal en aquellos días nos apoyará con sus oraciones. Estaremos al
mando de Nuestra Señora y Reina, todos unidos seremos el glorioso e
invencible ejército del bien que expulsará por la gracia de Dios a
satanás y sus demonios de la faz de la tierra.
Preparaos guerreros del
Altísimo, porque se está acercando el día del gran Armagedón. Leed la
Santa Palabra de Dios, alimentaos todos los días del Cuerpo y La Sangre
del Divino Cordero; practicad la justicia, revestíos de la Armadura
Espiritual a mañana y noche; haced ayuno y penitencia y permaneced en
oración constante, para que cuando lleguéis a la eternidad mi Padre os
elija como soldados calificados y podáis al regresar a este mundo ser
parte de activa del glorioso ejército de Dios.
Consagraos a Mí y a mis
hermanos, los Arcángeles y Ángeles y consagradnos vuestras familias,
para que tengáis nuestra protección. Todos nuestros fieles devotos
cuentan con mi intercesión y con la intercesión de los Arcángeles y
Ángeles del Reino de mi Padre, en este mundo y en la eternidad . Mi
Padre que es amor, jamás desoye las súplicas que le hacemos en favor de
nuestros devotos y siempre les concede la gracia de la salvación a todas
aquellas almas por las cuales intercedemos. Estad pues preparados mis
hermanos, porque el Aviso de mi Padre está llegando.
Dad gloria al Altísimo, porque
es eterna su misericordia. Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Dios,
Gloria a Dios, Gloria a Dios. Paz a los hombres de buena voluntad.
Somos vuestros hermanos, Miguel Arcángel y los Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial
Dad a conocer nuestros mensajes a toda la humanidad.
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