“Queridos Hijos, hoy, les
invito nuevamente a meditar más en Mi Mensaje de La Salette.
Este tiempo es el
tiempo propicio para la meditación de Mi Mensaje y de Mi Secreto de La Salette
para que comprendan un poco más cómo es profundo Mi Dolor por ver que incluso después
de 170 años de aquella Mi Aparición, Mis Lágrimas continúan bajando nuevamente
de Mis ojos porque Mis Hijos permanecen con sus corazones completamente
endurecidos en el pecado, en el mal y raramente encuentro un alma capaz de
renunciar al pecado para poder vivir en la gracia de Dios.
Y si renunciar al
pecado y vivir en la gracia de Dios ya es raro, ya es raro encontrar almas así,
mucho más raras son las almas capaces de dejar “todo”, hasta incluso: sus
sueños, sus intereses, sus planes personales, para darse totalmente a Mí como “Mis
Esclavos de Amor”*, para vivir sólo por Mí, sólo para Mí, existiendo, pensando,
trabajando, sufriendo, hablando, caminando, actuando sólo por Mí, sólo para Mí
y para tornarme siempre más conocida y amada por todos Mis Hijos del mundo
entero.
¡Oh! ¡Cómo son raras estas
almas! Yo misma dije a Melania: “Que Mis Apóstoles de los Últimos Tiempos
serían pobres según el mundo, pero muy ricos de la gracia y del amor de Dios.”
Pues bien, son tan malos estos tiempos en que ustedes viven, que no encuentro
esos Apóstoles pobres de las cosas mundanas, que no tienen amor, que no tienen
afecciones a las cosas mundanas, los honores al dinero, a las cosas materiales,
a los placeres, a las criaturas, para amar y pensar sólo y únicamente en Mí.
No encuentro esas almas
pobres de sí mismas, de sus voluntades, de sus deseos, de sus apegos mundanos,
para ser llenas sólo de Mi Llama de Amor, sólo del Verdadero Amor por el Señor
y por Mí. Es por eso que una espada de dolor profunda aún permanece clavada en
Mi Corazón y con excepción de unas pocas almas raras como oro, y entre ellas se
encuentra Mi Hijito Marcos, no encuentro en casi nadie un amor capaz de renunciar
a “todo”, de desprenderse de “todo”, para vivir tan solamente y puramente por
Mí.
Es por eso que ustedes
deben dar a conocer Mi Mensaje y Mi Secreto de La Salette urgentemente, para
que Mis Hijos, viendo y comprendiendo este Mi Dolor, puedan sentir la necesidad
de amarme, de donar sus vidas sólo para Mí, de entregarse totalmente a Mi
servicio, no buscando y no queriendo amar nada más fuera de Mí y así, se
levanten muchas y generosas almas de todas las partes del mundo, para dar sus
vidas a Mí, para vivir sólo Conmigo, por Mí y en Mí, para la Gloria de Dios.
Mis Lágrimas continúan
bajando de Mis ojos maternos porque golpeo la puerta de muchos corazones,
pidiéndoles que Me den sus corazones, sus vidas, que renuncien a sí mismos, a
su voluntad, a sus planes, para ser sólo Míos, para vivir Conmigo y hacer de Mí,
“su vida”, para hacer de Mi Plan, “su plan”. Pero todo lo que encuentro es
egoísmo, dureza de corazón y frialdad, almas que no son capaces de renunciar a
su opinión, a su querer, a sus planes, para hacer tan sólo y exclusivamente Mi
Voluntad.
Cuanto egoísmo, cuanto
amor propio encuentro sobre la faz de la tierra. Ya no hay más almas capaces de
olvidarse de sí mismas, de su voluntad, de su querer, de sus planes, para hacer
de Mí, “su vida”. La mayoría de las personas luego ya en la flor de la juventud
Me abandona, abandona al Señor para vivir su vida, para hacer su vida como
quieren, y cómo son pocas las almas llenas de amor capaces de hacer de Mí, “su
vida”.
Por eso ya no hay más almas
santas. Por eso ya no hay más almas víctimas de amor capaces de ser los
pararrayos para detener los rayos de la Justicia Divina, que el mundo provoca
todos los días siempre más con pecados sin cuenta. Y es por eso que los
castigos, sobretodo los terremotos, aumentaron tanto en las últimas décadas y
continuarán aumentando, porque ya no hay más almas generosas, ya no hay más almas
inflamadas de amor capaces de sacrificar su propia vida a Mí, a Dios, viviendo
Conmigo una vida sólo de oración, sólo de sacrificio, sólo de servicio, sólo de
trabajo por la salvación de las almas, sólo de inmolación por la salvación de
las almas.
Es por eso también que
aumentaron tanto en medio de ustedes las enfermedades graves e incurables, las
sequías, las pestes, las epidemias, las inundaciones, los maremotos, los tantos
castigos de la naturaleza, la falta de paz y armonía en las familias, la
violencia, porque ya no hay más almas generosas que detengan estos males con el
incienso de su oración, con el perfume de sus vidas completamente consagradas a
Dios y a Mí, con la mirra de sus sacrificios diarios ofrecidos Conmigo y por
medio de Mí al Eterno, para aplacar Su Justicia ofendida, inflamada por los
pecados del mundo.
No hay más almas de
puro amor, inflamadas de Mi Llama de Amor, capaces de decir “No” a su voluntad,
a sus planes, para vivir Mi Voluntad y para junto Conmigo, formar el Coro de
las Almas Abogadas, de las Almas Intercesoras, de las Almas Víctimas, que con
sus oraciones y con el sacrificio cotidiano, diario de su voluntad, de su vida
inmolada al Padre juntamente Conmigo para aplacar y detener los rayos de la Ira
de Dios.
Es por eso que Yo continuo
vertiendo lágrimas copiosas, ya no más en La Salette, pero en tantas partes del
mundo y muchas veces en Mis Imágenes, lágrimas hasta de sangre, para mostrar a
Mis Hijos cuán grande es Mi Dolor, porque tengo que sostener los rayos de la
Ira Divina solita, porque no hay más almas generosas, almas amorosas capaces de
ofrecer sus vidas junto Conmigo para ayudarme a aplacar la Ira del Eterno,
ofendido y traicionado por Sus propios hijos.
Sí, cómo es grande el
dolor del Corazón del Padre del Cielo, traicionado todos los días por Sus hijos.
Lo traicionan hora a hora con sus pecados, con sus ingratitudes, con sus
blasfemias, con su vida mundana repleta de pecado. Lo traicionan, traicionan Su
Amor que los creó, que les conserva la vida, que les dio tantas gracias, tantas
bendiciones, que les dio el mundo, para vivir en él, y usan todo eso, los
dones, las gracias, el mundo en que viven, el propio cuerpo, la propia
inteligencia y voluntad, sólo para traicionar el Amor del Padre, sólo para
ofenderlo, sólo para entristecerlo.
Cómo es grande el dolor
del Corazón de este Padre, que no es amado y es traicionado a todo momento por
Sus hijos. Minuto a minuto lo traicionan y esas traiciones suben a Su Corazón
como agudas espadas que lo traspasan y lo hacen sufrir.
Mis Hijos, ya es el
momento de verdaderamente los Apóstoles de los Últimos Tiempos, las almas
generosas inflamadas con Mi Llama de Amor, levantarse de todas partes del mundo
y formar Conmigo el Coro de las Almas Generosas, de las Almas Rosas Místicas de
Amor que Yo tanto pedí en Montichiari, que Yo tanto pedí aquí e incluso en La
Salette, pues, las rosas que coronaban Mi cabeza, circundaban Mi Corazón y Mis
pies, eran la Corte de las Almas Rosas Místicas de Amor que Yo tanto quería,
que Yo tanto procuraba, que Yo tanto pedía.
Aquí con Mi Hijito
Marcos, Mi Rosa Mística incesante de Amor, Mi Llama incesante de Amor, quiero
almas completamente imbuidas* y totalmente inmersas de este espíritu, de este
espíritu de amor, de sacrificio, de donación de la propia vida, para
desagraviar el amor traicionado del Padre del Cielo, para aplacar Su Justicia
inflamada contra tantos pecados y traiciones de Sus propios hijos, y para
juntamente Conmigo, estas almas nuevamente alegren el Corazón de Dios,
haciéndolo sentir mejor, por ver que por lo menos aquí en este local bendito de
Mis Apariciones en Jacareí, Él tiene verdaderamente un bello jardín de rosas
místicas de verdadero amor que juntamente con Mi Hijito Marcos, la mayor Rosa
Mística de Amor que tengo en la tierra, cultivadas estas rosas, este jardín, cultivadas
personalmente por Mí, para darle todos los días el suave perfume del verdadero
amor, de la verdadera obediencia, de la verdadera generosidad, de la verdadera
vida de sacrificio.
Por eso aquí en Mi
Orden Religiosa, sólo quiero: “Almas completamente imbuidas de este espíritu, y
totalmente muertas para sí mismas, para el mundo y para todo lo que se relaciona
con el mundo.” Para que así, verdaderamente, siendo sólo y exclusivamente Míos,
Mi Corazón pueda dar a Dios todos los días, la alegría de ver que aquí cultivo
un verdadero jardín de rosas místicas de amor, de oración, de sacrificio y
olvido, martirio personal de sí mismo, voluntario, espontáneo, todos los días, para
dar a Dios verdaderamente el suave y odorífero* perfume del amor.
E incluso Mis Hijos
Laicos, de ellos exijo: “Este espíritu de amor, de renuncia a las cosas
mundanas, de desprendimiento de todo aquello que es del mundo y lleva para
lejos de Dios. Quiero de ellos un espíritu de verdadero amor a Mi Rosario, a
las oraciones que aquí les di y pedí, y también un verdadero espíritu de sacrificio
personal, que significa: aceptar las cruces de la propia familia y del trabajo
de cada día.”
Haciendo esto, podrán
ser, sin embargo no sean de Mi jardín especial, predilecto y selecto, de rosas
místicas de amor de Mi Orden Religiosa, podrán ser aún en el mundo, en medio
del pantano del mundo, pequeñas margaritas de amor, que con su simplicidad, su
pureza, su perfume, su belleza, podrán aún también, atraer los ojos del Altísimo
y así, hacer bajar sobre esta humanidad completamente corroída* por el espíritu
del mal y del pecado, rayos de gracias, lluvia de misericordia y de salvación para
tantas almas, que tanto necesitan.
Aquí verdaderamente
deseo que Mi jardín de rosas místicas de amor sea el más bello de toda la
historia de la humanidad, para que así, el Eterno verdaderamente mire para Mi
jardín y por causa de Mis Siervos, de Sus Servidores Fieles aquí, Él pueda
derramar Su gran misericordia sobre tantas almas que corren el grave riesgo de
condenarse eternamente y que sin su ayuda, sin su vida donada para la salvación
de ellos, sacrificada por el bien eterno de ellos, nunca podrán salvarse
solitas. Por eso, quiero verdaderamente llevarles a la más alta Santidad.
Yo tendría muchos y
mayores mensajes para darles, pero la lentitud de ustedes en vivir Mis Mensajes
que ya di, Me impide de darles. Es preciso ahora avanzar, dar un paso adelante,
crecer, dejar para atrás el amor infantil, la fe infantil, la comprensión
infantil de las cosas de Dios y de Mis Palabras, y crecer en la comprensión del
verdadero amor, en la comprensión de Mis Palabras, de qué significa santidad,
de qué significa el sacrificio de la propia vida, inmolación de la propia vida,
para que muchas otras vidas puedan ser salvas y revivir. Es preciso avanzar en
el entendimiento, de qué es el perfecto amor que quiero, para que
verdaderamente ustedes se tornen aquellas rosas místicas de perfecto y supremo
amor que Yo vine aquí procurar, cultivar, para dar a Mi Señor.
Yo deseo que ustedes
puedan dar Mi Mensaje de La Salette a través de las películas que Mi Hijito
Marcos hizo de esta Aparición al conocimiento de todos, lo más rápido posible,
porque solamente cuando Mis Hijos comprendieren Mi Gran Dolor y cómo Mi Corazón
aún hoy no fue correspondido en el amor que espera de Sus Hijos, sólo así, las
almas sentirán la necesidad de amarme y de consolarme, de repararme y de
desagraviarme, y de tornarse los Apóstoles de los Últimos Tiempos que Yo tanto
quiero y que Yo tanto deseo.
Si ustedes hicieren
eso, si ustedes hacen eso Mis Hijos, entonces, Mi Corazón rápidamente hará con
que las tinieblas se alejen de la humanidad, con que la nube venenosa de la
apostasía, de la pérdida de la fe, del comunismo, del ateísmo, de las herejías,
se alejen del mundo y entonces, verdaderamente, el Brasil y el resto del mundo
se tornarán Mi jardín mundial de rosas místicas de amor, entonces será el
triunfo de Mi Corazón Inmaculado. Entonces, Mi Hijo Jesús reinará por medio de
Mí para siempre y finalmente ustedes gozarán de un nuevo, duradero y perfecto
tiempo de felicidad y paz.
Continúen rezando Mi
Rosario todos los días, pues por medio de ello, cada vez más, les llevaré a
tornarse Mis Rosas Místicas de Amor.
A todos Yo bendigo
ahora con amor: de LA SALETTE… de LOURDES… y de JACAREÍ.
*Mis Esclavos de Amor: “En
1998, Jesús y María pidieron al Vidente Marcos, fundar una Orden Religiosa
Masculina bajo el título de “Pequeños Esclavos de Amor de María de la Paz.” La
Orden tiene varias misiones, entre ellas: divulgar todas las Apariciones y
Mensajes verdaderos de la Madre de Dios tanto del pasado como del presente,
vivir castamente, orar por la salvación de los
pecadores del mundo entero, etc.”
*Imbuidas: “Personas
que tienen un determinado sentimiento, idea o cosa inmaterial.”
*Odorífero: “Que huele
bien, que tiene buen olor.”
*Corroída: “Desgastar
lentamente una cosa.”
MENSAJE
DE SANTA HILDA
“Amados Hermanos Míos,
Yo, Hilda, Me alegro nuevamente por venir a ustedes juntamente con Nuestra
Reina Santísima.
Mis Amados Hermanos, sean
pequeñas margaritas místicas de simplicidad, de candor, de modestia y de amor,
dando sus vidas completamente para Ella, para que por medio de Ella, Ella pueda
verdaderamente realizar en sus vidas Su Plan Materno de Amor.
Sean margaritas
místicas de amor, viviendo cada día en la simplicidad, desapegándose de todo lo
que es superfluo, procurando vivir únicamente con lo esencial, dando a Dios y a
la Madre de Dios, mucho más de que sus cosas, dando a Ellos su vida, su
corazón, pues, no son sus cosas lo que Dios quiere, pero sí ustedes mismos. Den
a Él su corazón y habrán dado “todo”, y nada más tendrán que dar al Señor y a
Su Madre.
Si hicieren eso, serán
verdaderamente margaritas cándidas, místicas de amor, que para sí mismas no
quieren nada, ninguna gloria, comodidad, placer o privilegio alguno, y que únicamente
quieren encantar, alegrar y dar el cariño, la belleza, el encanto de su candor
para aquel que la contempla, para aquel que la posee, para aquel que la cultiva.
Sean las margaritas
místicas de amor, viviendo continuamente en este espíritu de modestia, de
donación de ustedes mismos a Dios y a la Madre de Dios completamente.
Si vivieren así, verdaderamente
ustedes darán a Ella un gran poder místico de oración, de sacrificio y
penitencia todos los días, para que Ella pueda parar los rayos de la Justicia
Divina, inflamados contra tantos crímenes y pecados que todos los días se
cometen. Minuto a minuto, un alma más traiciona el Amor de Dios Padre y Su
Corazón ya no puede más soportar tantas traiciones, tantas ingratitudes de Sus
propios hijos.
Es por eso que son
necesarias tantas almas, margaritas místicas de amor, que con su candor, con su
vida repleta de amor, de sacrificio, de donación, de desapego de sí mismas, de
renuncia a su “Yo” y a su querer, puedan dar al Padre Eterno el encanto y el
perfume de su pureza, de su santidad, de su vida completamente inmolada al
Padre, para darle alegría y para con sus vidas, suplicar la conversión de
tantas almas que tanto necesitan.
Cuando un alma da su
vida totalmente a Dios y a la Madre de Dios por la vida consagrada y religiosa,
sólo por existir, su vida ya se torna una continua incesante oración, un
continuo sacrificio que unido al sacrificio del Cordero Inmolado y también de
la Co-Redentora de la humanidad, aplaca la Ira Divina, clama misericordia del
Padre y perdón para los pecados del pueblo, aleja muchos castigos que el mundo
merecía por sus ingratitudes y traiciones al Amor de Dios, atrae muchas y
grandiosas gracias, bendiciones para la humanidad, para los cultivos,
plantaciones, para las casas, para la humanidad en general y sobretodo, la
gracia de la paz.
Es por eso que la
violencia aumentó tanto en este mundo en los últimos tiempos, en los últimos
años, porque disminuyó considerablemente el número de almas verdaderamente
consagradas a Dios, que viven santamente su vocación. No habiendo quién con el
sacrificio de su vida donada a Dios para impedir el avance del mal y de
Satanás, el castigo de la humanidad fue: tener el aumento de la violencia, de
las guerras por todos los lados. Y las familias que antes producían los Santos,
las almas consagradas santas, para impedir el mal con la donación de sus vidas
a Dios, ahora tiene su justo castigo, por haber quitado el Rosario, la oración,
la enseñanza religiosa de las familias, que producían tantos Santos, las familias
ahora cogen el propio veneno y el castigo de su apostasía. Engendran apenas
hijos malos, jóvenes violentos, egoístas, fríos, duros de corazón, insensibles
para con el sufrimiento de sus padres y que muchas veces hasta los maltratan,
ignoran, desprecian y abandonan, y esos hijos hacen sufrir a las otras familias
propagando y esparciendo la violencia, la maldad y los crímenes por todos los
lados. He aquí el salario del alejamiento de Dios, de Su Madre y de la oración.
Si las familias vuelven
a producir los Santos como antiguamente, las almas consagradas a Dios, buenas
como antiguamente, entonces, Dios mandará rápidamente al Ángel de la Paz, dar
la paz al mundo. Que las madres sean como Yo fui, que eduquen a sus hijos no
para el mundo, pero para el Señor, no para los placeres de la tierra, pero para
las alegrías y las cosas del Cielo, no para las mujeres de la tierra, pero para
la más bella mujer del Cielo: la Virgen María.
Sí, que las madres sean
como Yo fui y hagan como Yo hice, y de sus familias volverán a salir los hijos
Santos como otrora, que irán con sus vidas repletas de oración y de santidad,
detener muchos males, muchos castigos, harán retroceder la violencia y harán
con que la paz verdaderamente sea dada por el Altísimo a la tierra nuevamente
feliz, por ver que hay hijos en la tierra que verdaderamente lo aman más que
todo y encima de todo.
Que los padres sean
como Yo y eduquen a sus hijas no para los placeres mundanos o apenas para los
amores de la tierra, pero para el Verdadero y Bello Amor del Cielo que es
Nuestro Señor Jesucristo, Nuestro Amor, Nuestra Vida y Nuestro “Todo” ,y
entonces, verdaderamente, producirán las Santas como antiguamente habían, que
con sus vidas repletas de amor, oración y sacrificio, atraerán los ojos de
Jesús para la humanidad y por causa de ellas, Sus Siervas, Sus Servidoras, derramará
un océano, un diluvio de misericordia sobre la tierra entera.
Yo, Hilda, pido a todos
que continúen rezando el Rosario de la Madre de Dios, pues con ello, la familia
de ustedes, sus familias, verdaderamente, se transformarán en jardines, en
jardines de rosas místicas de amor y en verdaderas viñas que producirán muchos
frutos santos de amor, de belleza, de fidelidad, de obediencia, que encantarán
los ojos del Señor. Santos, produzcan nuevos Santos de sus familias y el mundo
volverá a tener paz.
Amen más a Dios y más a
la Madre de Dios, creciendo en este Verdadero Amor que Ella tanto desea de ustedes
y dando a la Madre de Dios finalmente su corazón, su “Sí” y su Amor-Filial, no
buscando ningún interés en Dios y ni en la Madre de Dios, servir por amor,
rezar por amor, vivir por amor, dedicarse a Ellos por amor, sufrir por amor,
llorar por amor a Ellos, esperar en Ellos por amor, morir por amor. Que su
vida, que la vida de ustedes sea así, y entonces, verdaderamente habrán dado a
Dios “todo”.
A todos Yo bendigo
ahora con amor, con la Madre de Dios: de LOURDES… de FÁTIMA… y de JACAREÍ.”
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