13 oct 2016
Hillary Clinton campaña para neutralizar a los cristianos catolicos...
Una nueva remesa de correos electrónicos publicada por Wikileaks esta semana muestra al director de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, y a su directora de Comunicación, Jennifer Palmieri, intercambiando ideas con distintos corresponsales sobre el modo de neutralizar a los católicos en la vida pública americana. Varias cadenas de correos de 2011 revelan que el objetivo era provocar una “primavera católica” en la Iglesia. [Polizette, Talking Points Memo, Associated Press, en inglés]
Podesta, que en 2011 era el presidente del Center for American Progress, una fábrica de opinión en la órbita del Partido Demócrata, reconoce que han creado dos organizaciones, Catholics in Alliance for the Common Good –“Alianza de Católicos por el Bien Común”– y Chatolics United –“Católicos Unidos”– y están listas para iniciar la revuelta.
Es casi conmovedor ver al jefe de campaña de la señora Clinton –un católico él mismo– planeando por email destruir la Iglesia Católica, algo que nadie ha conseguido en dos mil años. El lado siniestro del asunto es que el señor Podesta ya no es solo un activista más o menos fanatizado e incauto, sino el principal estratega de quien será, probablemente, la próxima presidenta en la democracia más avanzada del mundo, un sistema asentado en el pilar de la libertad religiosa.
Sus correos electrónicos, y los de la directora de Comunicación, revelan dos cosas: primera, la izquierda tiene muy claro quién es su “enemigo” a batir, el terco incordio que se interpone en su agenda de poder; segunda, son un anticipo de lo que los cristianos pueden esperar de la Presidencia de la señora Clinton. No hacía falta descubrirlo en una cadena de correos electrónicos de 2011. La propia candidata Hillary Clinton ha dicho en esta campaña que hay que limitar la libertad de conciencia, cuando esta choca con nuevos “derechos” como el aborto o la identidad sexual y “de género” deseada por cada persona.
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Voces de la comunidad católica pidieron este jueves la destitución de John Podesta y Jennifer Palmieri, el jefe de la campaña y la directora de Comunicación de Hillary Clinton, por el escándalo de los correos electrónicos que revelan cómo pensaban inducir a una revuelta contra la Iglesia en los Estados Unidos. [Actuall]
ResponderEliminarEl arzobispo de Pennsylvania, el franciscano Charles Chaput, denunció el “fanatismo anti-cristiano” que los emails publicados por Wikileaks ponen al descubierto. [LifeSite News, en inglés]
El señor Podesta pensaba activar dos asociaciones de supuestos católicos favorables al aborto y la ideología de género, la Alianza de Católicos por el Bien Común y Católicos Unidos, para desencadenar lo que uno de sus corresponsales de correo electrónico llama “una primavera católica”, al modo de la “primavera árabe” de 2012 en varios países de Oriente Medio.
Las dos plataformas mencionadas en los emails del jefe de campaña de la señora Clinton están financiadas por George Soros, según recuerda LifeSite News en su cobertura de este caso.
En la campaña Demócrata, nadie ha pedido disculpas, ni ha habido destituciones. Por el contrario, una asesora de la candidata, Julie Roginsky, apareció este jueves en el canal de televisión Fox News defendiendo el contenido de los correos electrónicos, que, a su juicio, solo reflejan el hecho de que la mayoría de católicos americanos discrepan de las enseñanzas de la Iglesia sobre cuestiones morales. [Fox News, vídeo en inglés, 4:11 minutos de duración]
El arzobispo Chaput cree que el “fanatismo” de los estrategas de la candidata Clinton es una muestra más del “daño cultural” que ha hecho la Presidencia de Barack Obama. El “desprecio anti-Católico” evidenciado en los correos electrónicos es un ejemplo de que “lo malo siempre puede empeorar”, dijo monseñor Chaput en una columna publicada este jueves.
Las reacciones al escándalo también vinieron de organizaciones de laicos. Las plataforma Catholic Vote –“Voto Católico”– y Catholic League –“Liga Católica”– exigieron la destitución inmediata de los dos asesores. [LifeSite News, en inglés]
Desde la campaña de Donald Trump, Mike Pence, el candidato a la Vicepresidencia, cristiano evangélico, dijo que los emails muestran “un patrón de prejuicios hacia las personas de fe”. El señor Pence exigió a la candidata Demócrata que pida disculpas y destituya a sus dos asesores, “aunque solo sea por respeto a las creencias católicas de su propio candidato a la Vicepresidencia” –dijo, refiriéndose al gobernador Tim Kaine, un antiguo misionero formado en la Compañía de Jesús.
Steven Mosher, miembro de un “Comité Católico” que asesora a Donald Trump, comparó la “revolución cultural” preconizada por Hillary Clinton con los métodos seguidos por Mao Zedong en la China Comunista para eliminar a los disidentes. Después de todo –apunta el señor Mosher– fue la propia Hillary quien, con claras resonancias de Mao, dijo literalmente que “los códigos culturales y religiosos de la sociedad americana deben ser cambiados”.