Octubre 2016
1 de Octubre de 2.016
Monte Faro de Luz [Valencia de Alcántara (Cáceres)]
Pequeños míos, hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y Luz de mi Luz en vuestras almas.
Meditad, hijos míos, a GALATAS.
Hacedlo, hijos míos, es el conocimiento como tantas veces os lo he dicho de vuestro Dios mi Señor.
Mirad, hace tiempo, siglos, Yo vine a ver a mi hijo Domingo y le entregué un Rosario; lleva ese camino, hijo mío, enseña el Rosario de mi Corazón a todo el mundo; Yo salvaré a aquellos hijos míos que lo recen devotamente, con amor y contrición.
Domingo está aquí Conmigo hoy, Rosa de Lima, mi querido Pio, padre Pio, Teresita la Doctora de la Iglesia, pequeña pero grande, Teresita de los Andes, Francisco, mi Esposo en la tierra José y mi Hijo Jesús.
Hoy hay una bendición especial para todos ustedes y para todos mis hijos del mundo y en esa bendición quiero que todo el mundo, como vosotros,no tengáis miedo; no tengáis miedo, vivid en la Paz de mi Hijo, abrid los corazones y haceos un Sagrario para que more Él en vosotros.
Buscad la humildad, hijos míos, en la humildad no entra el Dragón, Satanás rehúye de la humildad.
El mundo se destrona, hijos míos, tantas veces os lo he dicho; los Gobiernos se juntan para hacer la paz pero firman la guerra, la destrucción, la miseria, el dolor, las negruras; no se entienden ellos porque quieren poder, quieren ser dioses en la tierra y no dejan al pequeño en el lugar que están porque aman a su Dios y ellos destruyen lo que es de Dios.
Malos tiempos vienen, hijos míos, mi Hijo está sujetando los Brazos de su Padre, mi Dios Creador, vuestro Dios Creador, porque los pecados han llegado ya a la bóveda del Cielo y explota, va a explotar muy pronto si el hombre no se clava de rodillas y reza, hace penitencia y está en comunicación con su Dios, mi Dios.
Hijos míos, ¡tantos países destruyéndose, tantos hijos míos en el éxodo, tantos hijos míos sufriendo y muriendo! por esos hombres envenenados que los ha cogido Satanás y destruyen al más pequeño, ¡ay de aquellos que no pidan perdón!, será horriblemente, hijos míos, devorado por el Dragón, su mismo Dragón, Satanás que los tiene acogidos.
Pedid mucho por las benditas almas del Purgatorio, hijos míos, que serán ellos cuando salgan del Purgatorio pidan por vosotros y os lleven a la Mesa Celestial de mi Señor vuestro Señor.
Pedid mucho por los niños, dadles el conocimiento de mi Dios, vuestro Dios; rezad en comunidad; haced grupos de oración; sí, hijos míos, si el mundo se salva será por la oración, la penitencia, el ayuno; y también mis sacerdotes queridos, mis hijos predilectos, ¿por qué os marcháis de la casa de vuestro Dios? ¿Qué egoísmo ha venido a vuestros corazones que dejáis lo más grande, vuestro Dios, que os eligió un día para que perdonaseis los pecados del hombre?, que están en bandada huyendo de sus ministerios.
Pedid mucho por ellos, hijos míos, pero no les critiquéis, rezad mucho, pedid mucho, muchos de ellos están equivocados y no miran al cielo, miran como hombres asalariados, aquí voy un rato y me voy después a otros menesteres que no son de mi Dios y del Corazón de Jesús mi Hijo. Ayudadlos, ellos también están solos y tenéis vosotros que ir a ellos, ayudadles.
También os pido que pidáis por esos países que tantas veces os he dicho, Siria, España, también Colombia que tenga la paz ya deseada, también por Italia, Alemania, Francia, México, mi tierra Israel, por todos, por todas las naciones porque están en guerra, hijos míos, y lo que va a venir al mundo si no hay oración serán guerras nucleares, virus, enfermedades, hambre, peste; pero eso vosotros, hijos míos, no de aquí de Faro de Luz solo, sino del mundo, podéis atajarlo si de verdad os ponéis el sayal y empezáis a hacer penitencia y la oración perfecta; quitaos la careta, hijos míos, no tengáis doble careta, sí o no.
Yo estoy aquí y vengo aquí para salvaros y daros mi catequesis para que vosotros la recitéis y la meditéis.
Esta Casa, mi Casa de oración, es grande ya porque venís, aunque sean pocos o muchos, Yo estoy con vosotros, estoy aquí con vosotros, os amo a todos, os bendigo a todos; sed perfectos ,hijos míos, en la oración; buscad la mística, el contacto total con mi Hijo.
Id al Sagrario, no os olvidéis, no un ratito sólo, quedaos allí mucho tiempo, porque tanto tenéis que decir a vuestro Dios, mi Dios: la familia, los amigos, el marido, la mujer, los hijos; tantas cosas tenéis que decirle; pero si no vais estáis disipados; id a la Iglesia, buscad a vuestro Dios, mi Dios, mi Hijo de Amor; comedlo, haced un Sagrario en vuestras almas siempre; sed, hijos míos, buenos, impios; por eso mi Hijo os puso los sacerdotes para el perdón de los pecados, ¡qué bonito y qué lindo es cuando un alma confiesa sus pecados y está en Gracia de su Dios Creador, mi Dios Creador! Hijos míos qué le importa al hombre si pierde su cuerpo pero gana el alma porque va al Cielo.
Dejaos de rencillas, rencores y cóleras unos con los otros, sed serviciales, hijos míos, sed fuertes, porque vosotros sois hijos míos, mis polluelos, mi ejercito.
Faro de Luz, hijos míos, es grande ya porque también vosotros sois grandes; venid a este lugar, a mi casa de Oración y Amor y pedid mucho por el Papa, como tantas veces os he dicho está perseguido por los secuaces, muchos de su misma Iglesia no le quieren, le condenan y es un mártir ya en la tierra, hijos míos; aunque a muchos de mis hijos no les guste está puesto por el Espíritu Santo, la Trinidad Santísima, hijos míos, para ser Papa; amadlo, queredlo, defendedlo, porque pronto, muy pronto, vendrá el papa malo que se sentará en la Silla de Pedro y hará hasta milagros, porque es Satanás, y el hombre irá detrás de él, porque hará milagros y es Satanás; por eso os pido oración, alerta y las lámparas siempre encendidas, que no os confundan, porque Satanás entra por los sentidos y confunde a los más listos, como decís vosotros en la tierra; por eso, hijos míos: penitencia, oración, ayuno, fortaleceos con el Corazón de mi Hijo y mi Corazón, porque ya pronto triunfaremos en el mundo, mi Corazón y el Corazón de mi Hijo.
Yo sé todo lo que me traéis, Yo sé las penas y también las alegrías, porque muchos de vosotros venís a dar gracias, Yo lo sé todo, hijos míos, sé vuestras penas, vuestros dolores, vuestras fatigas, pero ya os dije muchas veces, llevaos el agua, que el agua cura el cuerpo y el alma, unos serán curados de cuerpo y otros del alma; lo mejor, hijos míos, es el alma, porque el cuerpo se pudre, el alma es espíritu, el alma va al Cielo o al Infierno.
Amad mucho a vuestro Dios, amadlo mucho porque es vuestro Creador y mi Creador, sin Él, hijos míos, el mundo no es nada, por eso veis las catástrofes que hay en el mundo, la soberbia del hombre, porque quieren ser dioses, y mi Dios, vuestro Dios, eso no le va a dejar al hombre que haga; acordaos de la Torre de Babel que querían llegar al Cielo, y ¿qué pasó?, que ahí se quedo todo.
Así hijos míos, pensad, meditad que solamente hay un Dios, nuestro Creador y a Él tenéis que adorarlo por los siglos de los siglos.
Os amo, hijos míos, os amo mucho, y Yo os doy mi bendición; pero como siempre, mi Dios Padre Creador, vuestro Dios Padre Creador, mi Hijo Salvador, el Espíritu Santo mi Esposo Santificador y Yo vuestra Madre Miriam, Corazón de María.
Id en paz, hijos míos.
A mis hijos portugueses que están tantos y tantos aquí, meses y meses, tanto que me quieren; Yo también los quiero, pero no se trata de Yo sólo, se trata también de todos vosotros, de los que venís de cerca y de lejos.
y os doy, os he dicho, una bendición para todas vuestras familias.
Adiós pequeños míos, adiós, hijos míos, adiós hijos.
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Ahora habla Nuestro Señor Jesucristo:
“Soy Jesús, vuestro Dios y Señor; amad mucho a mi Madre, es la Corredentora Conmigo para salvar al mundo, hacedla caso.
Hijos míos, buscad el aroma de mi Corazón y del Corazón de mi Madre; Yo estoy en el Sagrario esperándoos; venid a hablar Conmigo; pedidme; Yo os conforto y os doy el ciento por uno a los humildes de corazón.
Hijos míos, seguid el camino de mi Madre, pronto triunfará su Corazón y mi Corazón.
Adiós pequeños, adiós hijos míos, adiós.
”
Ntra. Madre en Monte Faro de Luz.
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