FIESTA
DE SANTA BERNADETTE SOUBIROUS
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Amados hijos, hoy,
invito a todos ustedes a imitaren a Mi hijita Bernadette en su profundo y
perfecto amor para con el Señor y para Conmigo.
Imiten el amor de Ella
que era hecho de obras y no de apariencia. Sí, Mi hijita Bernadette comprendió
que, lo que Yo quería era el Amor real, no de apariencia. Una obediencia real,
no de apariencia. Por eso, Ella Me obedeció siempre en todo, incluso que eso
significase sufrimiento, persecusión para Ella y hasta incluso poner en riesgo la
propia vida.
Sí, Ella no temió
perder la vida por amor a Mí y por eso, encontró la vida, la Vida Eterna. Ella
dejó alegremente todas las cosas que Ella podía tener en el mundo por amor a Mí,
para vivir una vida de total consagración, oración y obediencia a Mí. Por eso,
en el Cielo, todos los bienes eternos les fueron dados y todo el amor de Ella,
todas sus obras de amor, fueron recompensados ciento por uno.
Sí, imiten a Mi hija
Bernadette en esa su completa donación a Mí y al Señor. No tengan miedo de
perder sus vidas por amor a Mí. No tengan miedo de perder todas las cosas que
ustedes pueden tener en el mundo por amor a Mí, porque ustedes encontrarán en
la Vida Eterna, la recompensa de todo eso. Sí Mis hijos, ustedes
encontrarán todas esas obras, todos los sacrificios que hicieren por Mí,
transformados en coronas de grandiosa gloria que relucirán para siempre en las
cabezas de ustedes por los siglos de los siglos.
Imiten a Mi hijita
Bernadette en su vida de oración profunda, en su vida de total comunión con
Dios. Sí, Ella estaba siempre en comunión con Dios por medio de una vida
profunda y verdadera de oración. Sin oración, nadie puede unirse con Dios. Sin la
unión con Dios, nadie puede tener la vida verdadera en Dios y nadie puede tener
a Dios viviendo en sí, y si Dios no vive en ustedes, ustedes no pueden producir
ningún fruto de santidad. He aquí porque la oración es esencial, es
indispensable y es condición de salvación y santificación. Si quieren salvarse,
si quieren ser Santos, recen mucho.
Imiten a Mi hijita
Bernadette en su espíritu de total esclavitud a Mí. Yo enseñé a Ella a como ser
una verdadera esclava de amor de Mi Corazón y Ella aprendió esta verdadera
esclavitud, viviéndola todos los días de su vida en el espíritu de verdadero
amor, obediencia, sumisión y entrega confiante de su vida en Mis manos. Imítenla
en esa total entrega, dando todo por todo y amor por amor. Y sobre todo los
jóvenes, imiten a Mi hijita Bernadette en su “Sí” y en su donación total a Mí,
porque así verdaderamente como Ella, se transformarán en Llamas incesantes de
Amor.
Recen Mi Rosario todos
los días como Mi hijita Bernadette rezó y ustedes también se transfomarán en
Llamas incesantes de Amor por el Señor y por Mí como Ella, y la vida de ustedes
se transformará en una canción de amor como la de Ella.
A todos Yo bendigo
ahora: de LOURDES… de NEVERS… y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE SANTA BERNADETTE
“Amado hermano Carlos
Tadeo, hoy, Yo, Bernadette, vengo del Cielo a darte Mi primer Mensaje.
Yo te amo, yo te amo
mucho, te amo con todo Mi Amor.
Estoy siempre a tu lado
para protegerte, guardarte, para llevarte siempre más adelante en el camino de
la santidad.
Ahora es hora de volar
más alto, de subir más alto en este camino y para tanto, quiero enseñarte Mi
camino de santidad que fue el camino del amor, el camino de la humillación, el
camino de la obediencia.
Mi Santidad fue por el
camino del amor y la tuya también deberá ser así. Por eso, debes seguir por el
camino del amor todos los días, dilatando siempre más tu corazón para la Madre
de Dios, haciendo siempre algún sacrificio nuevo, alguna oración, algún acto de
amor nuevo por Ella, para que verdaderamente puedas todos los días alargar más
tu corazón para recibir más la Llama de Amor de la Madre de Dios en tu corazón.
Debes todos los días
amado hermano, entrar más profundamente en la oración hasta el punto de
abstraerte de todo, o sea, de olvidar todo lo demás a tu alrededor y pensar
sólo en María y vivir sólo para María. Y después, después de salir de la
oración, debes cumplir todos tus deberes temporales en el mismo espíritu de
amor a Ella, o sea, haciendo todo en unión con Ella, todo en el espíritu de
Ella, todo para mayor gloria de Ella y para el triunfo del Corazón de Ella.
Después, debes seguir
por el camino de la humillación, que significa reconocerte como nada, como
polvo de la tierra, como inútil para todo y completamente dependiente de María
hasta incluso para hacer una señal de la cruz. Debes mirarte como el más vil
bichito de la tierra y así, no te fiarás en ti mismo, pero únicamente en Ella
como Yo hacía. Y entonces, tu fuerza será la fuerza de Ella. Tu fortaleza será
la fortaleza de Ella. Tu defensa será Ella misma y la luz que iluminará tu alma
y tu corazón será la propia luz de Ella.
Debes seguir por este
camino de la humillación, huyendo como Yo de las honras, de las vanidades y de
las glorias de este mundo, para vivir una vida de oración, de amor total a
Ella, de unión con Ella, vida que para el mundo no es vida, pero sí ya es morir
en vida. Vida que para los mundanos es considerada una pérdida, una locura,
pero es justamente en esta locura de amor que tú encontrarás la vida, la vida
plena en abundancia, la vida plena de la paz, del amor, de las gracias, de las
bendiciones, de las luces de Ella y entonces, encontrarás verdaderamente todas
las gracias, todas las bendiciones y todo el amor de Ella para ti.
Debes seguir por el
camino de la obediencia, esa obediencia que Yo tuve para con Ella, que fue la
obediencia que moldeó Mi alma y que la tornó fuerte, incluso inquebrantable en
la obediencia a la Madre de Dios y al Señor. Esa obediencia que todos los días
adornaba Mi alma con las piedras más preciosas y más bellas para alegrar el
Corazón del Señor y de la Madre de Dios. Esa obediencia que tornaba Mi alma
todos los días como una torre fuerte que el demonio, que el mundo, que las
tentaciones no pudieron quebrantar ni derribar. Y así también, si siguieres por
el camino de la obediencia a la Madre de Dios como Yo, tu alma será fuerte y
nada podrá derribarla.
Para tener esa
obediencia, es preciso Mi amado hermano, amar a la Virgen Santísima más que
todo, más que tu vida, más que a los más queridos, colocarla en primer lugar,
morir para ti mismo, despreciar tu voluntad todos los días, tu querer, hacer
solo el querer de Ella, para así mejor configurarte con Ella, o sea, asemejarte
a Ella en su total y completa obediencia a Dios.
Yo hice eso, Yo entré
en el molde del Corazón Inmaculado de María y de él salí transformada en una
copia fiel de él. Tú debes hacer lo mismo por tu oración profunda, por el
ejercicio continuo, diario de morir todos los días para ti mismo y tu voluntad,
y hacer la Voluntad de la Madre del Señor.
Eso no se hace
fácilmente. Por eso, Yo estaré aquí todos los días de tu vida para ayudarte,
para llevarte a esa total y completa obediencia que te asemejará no solamente
con la Madre de Dios, pero también Conmigo. Y entonces, tu alma verdaderamente
se transformará en una Llama incesante de Amor como Yo.
Yo, Bernadette, te amo
mucho y nunca, nunca te abandono. Cuando tú rezas el Rosario, bajo del Cielo
rápidamente para coger tus avemarías y llevarlas hasta la Madre de Dios, para
que Ella derrame sobre ti copiosamente las gracias de Ella.
Sí, estoy contigo a
todo momento. Poso siempre Mi mano sobre tu cabeza cuando rezas Mi Coronilla y
siempre, siempre te cubro con Mi Manto Luminoso para protegerte y defenderte. Tengo
la misión de enseñarte la santidad humillada, la santidad obediente, la
santidad amorosa. Por eso, vendré siempre, vendré regularmente para darte
Mensajes y para guiarte, y ahora quiero verdaderamente decirte y revelarte, sí
amado hermano, junto con los otros Santos Protectores, Yo te fui dada por la
Madre de Dios para protegerte, guiarte y guardarte. Y en las Apariciones de
Lourdes, la Madre de Dios Me hizo conocer la existencia de Nuestro amadísimo
Marcos. Sí, Yo lo vi, Ella Me reveló y dijo que él sería aquél que haría la Gloria
de Sus Apariciones en Lourdes resplandecer por toda la tierra y todas las almas
finalmente conocieren y entendieren la grandeza del Mensaje y de las
Apariciones de Lourdes.
Sí, y también cuando
llegué al Cielo, conocí, conocí por obra de Dios que serías el padre espiritual
de Nuestro amadísimo Marcos. Desde entonces, he rezado por él y por ti. Por ti
para que puedas ayudarlo, ayudarlo en su misión de tornar a la Madre de Dios en
todas Sus Apariciones, conocida, amada y obedecida por todos, ayudarlo en la
misión ardua que él tiene de llevar a tantas almas, en tantas lenguas y
Naciones diferentes, a conocerla, a amarla, entender lo que Ella quiere,
entender los Mensajes de Ella y obedecer esos Mensajes con el corazón. La
misión de él es ardua, dura, la cruz siempre fue y será pesada y es por eso que
tú serás el Simón Cireneo de él para siempre y no apenas eso, juntos los dos
realmente llevarán a muchas almas a comprender lo que la Madre de Dios pide en
Sus Mensajes y harán con que muchas almas entren en esta Escuela de Santidad y
oración que la Madre de Dios vino aquí hacer y entonces, verdaderamente, un
pueblo santo para el Señor, para la Madre de Dios será levantado por ustedes y
ustedes los guiarán hasta el triunfo de la Madre de Dios, hasta los Nuevos
Cielos y la Nueva Tierra en medio de este tiempo difícil de la gran apostasía.
Sí, tú amado hermano, deberás
sustentar los brazos de Nuestro amadísimo Marcos, para que él verdaderamente
ruegue por el pueblo, él rece por el pueblo, él sostenga los castigos que el
pueblo merece por sus pecados y él pueda seguir conduciendo el pueblo de Dios a
la gran victoria como fue en el Antiguo Testamento con Josué, con Moisés, con
Aarón, con el pueblo de Dios. Entonces amado hermano, siga adelante con tu
misión, siempre procurando comprenderlo y ver que él, más que ser un Vidente de
Nuestra Señora, es también tu hijo, aparte de ser un Vidente de Nuestra Señora,
es tu hijo que precisa de ti, que precisa de tu apoyo, comprensión, amor,
presencia y sobre todo, de tu Llama de Amor para calentar el corazón de él,
para confortarlo en la batalla y para ser para él aliento, arrimo, apoyo,
refugio.
Yo, Bernadette, seré de
mi parte también tu arrimo, tu aliento, tu refugio y seré siempre tu defensora
en el Cielo y en la tierra en todas las batallas que tienes que trabar. Hoy,
con gran amor miro para ti y de este lugar sagrado te envió Mi bendición: de
LOURDES… de NEVERS… y de JACAREÍ.
Rece Mi Coronilla todos
los jueves. Por ella te daré todas las gracias que tú Me pidieres. La paz amado
hermano, Yo te dejo Mi paz.
Amados hermanos Míos,
no podía irme con la Madre de Dios sin antes decirles una palabra: “Los amo
mucho. Rezo por ustedes todos los días. Rezo por todos los peregrinos de este
bendecido lugar que es Mi segunda Lourdes.”
Sí, aquí Me siento feliz
al lado de la Madre de Dios, Me siento muy feliz por ver que el Mensaje que
Ella Me dio en Lourdes aquí fue verdaderamente divulgado con ardor por Nuestro
amadísimo Marcos para todo el mundo.
Sí, en los Rosarios Meditados,
en los cenáculos, en las horas de oración, en las películas que él hizo de
Lourdes, en la Coronilla que él compuso sobre Mi vida para Mí, verdaderamente
el Mensaje de la Señora de Lourdes, el Mensaje de Mi Señora verdaderamente es
divulgado, es esparcido, es entendido, es vivido por todas las personas y eso
fue lo que Yo siempre quise, fue lo que Yo intenté hacer, pero no pude porque
no Me dejaron. Y ahora Nuestro amadísimo Marcos hizo eso verdaderamente bien,
brillantemente y extraordinariamente bien, y el Mensaje que la Inmaculada
Concepción, Nuestra Reina Santísima Me dio en Lourdes, ahora es conocido, obedecido
por tantos millares y millones de almas en el mundo entero.
Es la misión de ustedes
ayudarlo a hacer este Mensaje terminar de llegar adonde no llegó, para que más
almas conozcan este Mensaje corto, simple, pero profundo de penitencia, de
oración, de conversión, de Amor a Dios, porque el Mensaje de la Madre de Dios
para Mí en Lourdes es el Mensaje del Amor a Dios: Penitencia, Penitencia,
Penitencia, Me decía Ella. En otras palabras: no ofendan más a Dios con sus
pecados, no lo traspasen, no hieran más a Mi Hijo Jesús, no lo claven de nuevo
en la cruz, ámenlo con una vida santa y llena de oración. Eso fue lo que la
Madre de Dios pidió en la gruta y es eso lo que ustedes deben decir al mundo
entero: que Penitencia es no disgustar a Dios con los pecados. Penitencia es
amar a Dios con una vida santa. Penitencia es todos los días procurar ser mejor
y no disgustar más el Sagrado Corazón de Jesús. Entonces, si ustedes hicieren
eso, vivirán el Mensaje de Lourdes y el Corazón Inmaculado de la Inmaculada
triunfará.
Aquí, en esta Aparición
de Jacareí, la Madre de Dios vino para resucitar todas Sus Apariciones,
desenterrarlas todas y finalmente hacer Sus Planes cumplirse con el triunfo de
Su Inmaculado Corazón. Y Mi amadísimo Marcos que es la continuación de Mi vida
en la tierra, hará eso brillantemente y todos ustedes deben ayudar, porque esta
es la Voluntad de Dios a respecto de ustedes.
Así como aquellos que
Me hicieron sufrir no fueron perdonados sin primero hacer una gran penitencia,
aquellos que lo hicieren sufrir, molestándolo en su misión, también no serán
perdonados sin antes hacer rigurosa penitencia y muchos inclusive serán
castigados si intentaren estropear el Plan de la Madre de Dios aquí como muchos
que también intentaron destruir Lourdes fueron castigados. Por eso Mis amados
hermanos, no se arriesguen a provocar la Ira del Buen Dios haciendo estos
pecados que les tornan dignos del castigo en esta vida y en la otra, pero antes
ayuden el Plan de Salvación de la Madre de Dios aquí, para que verdaderamente
ello se cumpla y muchas almas por medio de ustedes sean salvas.
Sí, Yo amo este lugar y
aquí en esta Mi segunda y pequeña Lourdes con la Madre de Dios siempre realizo
maravillas, siempre estoy dispuesta a ayudar, socorrer y amparar a todos
aquellos que aquí Me pidieren ayuda. Recen el Rosario todos los días, porque el
Rosario fue Mi escalera luminosa para el Cielo. Ello fue la oración que Me
tornó fuerte, prudente, templada, justa, que Me tornó sabia, que Me tornó
verdaderamente abrasada de la Llama de Amor de la Madre de Dios.
¡Oh sí! Yo sentía esa
Llama de Amor y Yo verdaderamente quemaba, ardía en esa Llama día y noche. Sí,
esa Llama en algunos momentos casi llegó a quitarme la vida si la Madre de Dios
por un milagro no Me amparase, no Me conservase y el Rosario siempre fue el
divino combustible, el celeste combustible que hacía con que esa Llama ardiese,
quemase más y más en Mi Corazón. Por eso que Yo andaba con el Santo Rosario
todo el tiempo junto de Mí y siempre que Mis obligaciones Me permitían, Yo lo
rezaba ardorosamente, ardientemente. También Yo repetía muchos veces durante el
día los actos de amor que continuaba el día entero los efectos del Santo
Rosario en Mí. Así, Yo fui creciendo cada día más en el verdadero amor y unión
con Dios y con Mi Reina Santísima hasta que verdaderamente esa Llama ardiente
de Amor Me arrebató de la tierra y Me hizo subir al Cielo.
Muchos pensaron que Yo morí
apenas de la tuberculosis ¡Oh no! Yo también morí de amor, fue el amor que Me
hizo aceptar aquella cruel enfermedad y ofrecerla continuamente a Dios como
sacrificio por la salvación de las almas de Mis hermanos más pecadores y
aquella Llama de Amor fue creciendo tanto, tanto en Mí, hasta que Mi alma ya no
podía más vivir aquí en la tierra, pero completamente consumida fue arrebatada
al Cielo.
Sí, aquella Llama aliada
a los sufrimientos que la hacía arder más en Mí, fueron consumiendo en Mí todo
lo que era tierra, todo lo que era humano, hasta que en fin Mi alma fue
finalmente transfigurada en las Llamas del Divino Amor y subió velozmente para
el Cielo, para allá continuar amando aún más intensamente a Dios y a Mi Madre Santísima.
Si ustedes también
rezaren el Rosario, los actos de amor y dilataren sus corazones todos los días
por nuevos sacrificios, oraciones y obras de amor, ustedes también crecerán
como Yo en esa Llama de Amor hasta que un día, cuando ella alcance su cumbre,
su plenitud, las almas de ustedes consumidas por esa Llama también volarán,
para en el Cielo amaren a Dios y a Nuestra Reina Santísima por los siglos de
los siglos.
Esa Llama va a consumir
en ustedes todo lo que es tierra, todo lo que es mundano, todo lo que es hasta
humano y entonces, cuando ustedes estuvieren completamente transfigurados,
completamente transformados en esa Llama de Amor puro, en pura transformación, ustedes
verdaderamente volarán como relámpagos para el Cielo y allá juntamente Conmigo,
amarán, alabarán y bendecirán a Dios, a Nuestra Madre Santísima Conmigo en un
incendio místico de amor para siempre.
A todos hoy Yo bendigo
con amor y especialmente a Nuestro amadísimo Marcos que aquí hizo tanto por
Lourdes, hizo tanto por el Mensaje que Mi Madre Santísima Me dio en Lourdes,
hizo tanto por Mí, tornándonos más conocidos, amados por todos. Aquí en esta Mi
nueva y pequeña Lourdes, Me siento como en la gruta de Lourdes, Me siento como
en Mi pequeño Cielo. A Él que es el mayor siervo de la Señora de Lourdes, el
cazador de almas, él que es Nuestra Llama incesante de Amor y a todos ustedes
bendigo con amor ahora: de LOURDES… de Mi Cuerpo Incorrupto en NEVERS… y de
JACAREÍ.”
*Coronilla de Santa Bernadette:
*Historia de las Apariciones de Lourdes:
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