FIESTA
DE SANTA ÁGUEDA DE CATANIA
VIRGEN Y MÁRTIR (231-251)
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy,
en la fiesta de Mi hija Santa Águeda, Yo vengo del Cielo para nuevamente decir
a ustedes: “Amen el Amor.”
El Amor es Jesús. El
Amor es Dios. Dios es Amor. El Amor es Dios. El Amor es Jesús.
Amen el Amor que no es
amado. Amen el Amor que es despreciado por los hombres y que es pisado por los
pies ingratos de tantos hijos que, sin embargo creados con tanto amor por su
Padre Creador, esos hijos desprecian el Amor del Padre todos los días,
colmándolo y saturándolo de ofensas, ingratitudes, pecados y sacrilegios.
Amen el Amor. El Amor que
aquí vino al encuentro de ustedes, para salvar a todos ustedes. El Amor que aquí
se reveló por medio de Mí, reveló Su Faz dulce, tierna, cariñosa, suave, Su Faz
amorosa que quiere salvar a todos Sus hijos, que quiere salvar a todos ustedes.
Amen el Amor. El Amor
que aquí no ahorró esfuerzos para aproximarse de todos ustedes, para revelarse
a ustedes, para darse a ustedes, para arrancarles del lodazal del pecado, para
arrancarles del lodazal de la confusión espiritual, de la apostasía, de la
indiferencia en que ustedes estaban, el Amor que aquí no midió sacrificios ni
esfuerzos para salvarles y para enriquecerles con Sus Gracias y Sus Dones de
Amor.
Amen el Amor que aquí Me
envió para ser la Mensajera del Amor y de la Paz, para ser señal del Amor de
Dios entre ustedes, para ser la puerta para este Amor y el camino que lleva a
ustedes para este Amor.
Amen el Amor que aquí a
través de Mí, con palabras simples, con palabras claras y luminosas, se hizo
conocer a ustedes, se hizo sentir por ustedes, se hizo ver por ustedes, se dejó
encontrar por ustedes.
Amen este Amor que es
Dios, que es Jesús, y que Yo traigo Conmigo en Mis Apariciones aquí. Abran sus
corazones a Él y dejen que Él entre en el corazón de ustedes y en ellos Reine
como entró y Reinó en el corazón de Mi hija Ágata, Águeda.
Si ustedes abrieren sus
corazones para Jesús, para el Amor como Ella, Dios dará a ustedes una fortaleza
inquebrantable contra la cual ni el demonio y ni diez mil demonios podrán hacer
nada para derribarles y para robar de ustedes la Corona de la Vida Eterna.
Si ustedes abrieren los
corazones para este Amor, que es el propio Jesús, que es Dios, que es el
Espíritu Santo, y que aquí ustedes conocen como “Llama de Amor del Corazón
Inmaculado de María”, este Amor va a transformarles en los Grandes Santos como
el mundo nunca vio, ustedes serán testimonios valientes como Mi hija Águeda y a
través de la palabra, del ejemplo, de los méritos y también de los sufrimientos
de ustedes como un pequeño martirio cotidiano, millones de almas serán salvas y
entonces, la Mística Luz de Mi Corazón Inmaculado se irradiará para el mundo
entero, transformándolo en el Reino de Amor de Mi Corazón y del Señor.
Este Amor está tan cerca
de ustedes, es Mi Llama de Amor, extiendan la mano, tóquenlo, siéntanlo,
recíbanlo, colóquenlo, enciéndanlo en sus corazones.
Mi Llama de Amor
entonces iluminará el interior de ustedes, disipando toda tiniebla de pecado,
toda tiniebla de confusión espiritual y dará a ustedes la fuerza y la energía
interior necesaria, para que ustedes se arrojen en los brazos de Jesús y
ustedes amen a Jesús como nunca Él fue amado sobre la faz de la tierra.
Entonces, Mi enemigo
habrá perdido la mayor de todas las batallas: la batalla del corazón de ustedes,
porque eso es lo que él quiere. Como usurpador, él desea tomar de Mi Hijo, el
lugar que pertenece a Él en los corazones de ustedes. Y si ustedes dieren sus
corazones a Jesús, que es el Amor, Satanás será derrotado, perderá la batalla
del corazón de ustedes y entonces, su derrota definitiva en la guerra final entre
Mí, la Mujer Vestida de Sol y él, entre Mi Hijo y él, esa derrota sucederá en
un brevísimo periodo de tiempo.
¡Oh Mis hijos! Esparzan
Mi Llama de Amor por toda la tierra. Vean la desolación en que se encuentra la
humanidad. Miren, todo el mundo hundido en el lodo del pecado. Miren, todo el
mundo dilacerado por las guerras, por las discordias, por las luchas fraticidas,
por el aborto, por la perdición de la juventud, por las familias sin oración, sin
fe, viviendo como Paganos y criando hijos no para Dios, pero para perderse en
las cosas mundanas. ¡Miren Mi dolor! ¡Miren Mi Corazón que es puro dolor por la
pérdida de tantas almas!
Enciendan Mi Llama de
Amor en las almas y en los corazones, haciendo Mis cenáculos de oración por
todas partes. Dando a todos un luminoso ejemplo de amor, de oración, de
fidelidad a Dios, testimoniando valientemente la Fe Católica como Mi hija
Águeda. Y si por esa causa viniere a ustedes la cruz de la persecusión, de la
incomprensión o hasta del martirio, abrácenla valientemente para la salvación de
tantas millones de almas atribuidas a ustedes y que sin las oraciones y
sacrificios de ustedes, sin el amor de ustedes, no podrán salvarse.
Nubes oscuras, densas,
recubren toda la tierra. Es la nube de la apostasía. Es la nube de la pérdida
de la Verdadera Fe Católica. Es la nube de la confusión espiritual. ¡Ayúdenme a
disipar esas nubes densas con la luz de la fe, de la oración y del amor de
ustedes! Si ustedes Mis hijos, colocaren el amor de ustedes en colaboración con
Mi Llama de Amor, esa Mística Luz de Nuestros Corazones pulsando juntos,
ahuyentará las tinieblas y de nuevo brillará el sol de la salvación y de la paz
para toda la humanidad.
Nubes rojas cubren toda
la tierra. Es la nube del protestantismo, del socialismo, de la revolución
contra Dios. Ayúdenme hijos con la Mística Luz de Mi Llama de Amor unida a la
luz de sus oraciones, sacrificios generosos y luminosos ofrecidos a Mí todos
los días, podremos ahuyentar esa nube, esa nube pestilenta y mortal que aún está
suspendida sobre el Brasil, América Latina y tantos lugares del mundo.
Vean el mundo
recubierto Mis hijos, con la nube gris del protestantismo y de las sectas. Con
la Luz de Mi Llama de Amor unida a la luz de los rosarios, ayunos y sacrificios
que ustedes ofrecen a Mí, pueda ahuyentar esa nube gris del protestantismo, del
Brasil y del mundo entero.
Vengan, vengan a Mí. Vengan
y denme sus corazones y entonces, Nuestros Corazones pulsando juntos, emitirán
una luz tan fuerte, que Satanás y los demonios quedarán paralizados como
estatuas y no podrán más seducir a las almas para el error y para el pecado. Yo
cuento con el “Sí” del corazón de ustedes y con la generosidad de ustedes para
realizar todo aquello que Mi Hijo Jesús, el Padre y el Espíritu Santo, aquí Me
mandaron hacer.
Yo Soy María, aplastadora
de la serpiente infernal, Señora de todos los pueblos y Reina de todos los
Santos. Y aquí, en la persona de Mi hijito Marcos, el más obediente de Mis
siervos, Yo emano Mi Mística Luz que cada vez más atrae más corazones para Mi
Llama de Amor y para formar aquí Mi falange* invencible de almas incesantes de
amor y en su persona levanto aquí siempre más, Mi Santuario, Mi fortaleza
invencible de fe, amor y oración. Y de aquí emanaré Mi Mística Luz junto con la
luz de los corazones que Me respondieron “Sí” y entonces, en el momento marcado
por Dios, pararé a Satanás para siempre y Nuestra Luz unida al brillo que
emitirá el Espíritu Santo en el Segundo Pentecostés, terminará por arrojar y aprisionar
a Satanás y los demonios para siempre en las profundidades del infierno. El
mundo será renovado, Satanás será derrotado, el mal y el pecado serán
desechados de la tierra y en fin triunfará Mi Corazón Inmaculado y Dios será de
nuevo servido y adorado para siempre.
Continúen rezando Mi
Rosario todos los días. Por medio de ello, Mi Llama de Amor hará cada vez más
con que ustedes amen el Amor que es Dios, que es Jesús y entonces Mis hijos, la
luz brillará y las tinieblas del mal finalmente serán disipadas.
A todos Yo bendigo con
amor ahora: de LOURDES… de FÁTIMA… y de JACAREÍ.”
*Falange: “Es una
organización táctica para la guerra.”
*Duns Escoto: “Se refiere
al Beato Juan Duns Escoto (Escocés, 1266-1308), que defendió valientemente en
su tiempo, en un debate religioso, el Dogma de la Inmaculada Concepción que la
Iglesia solo aprobaría en 1854.
MENSAJE
DE SANTA ÁGUEDA DE CATANIA
“Amados hermanos Míos, Yo,
Águeda de Catania, estoy muy feliz por venir aquí hoy con la Madre de Dios una
vez más para bendecirles y para decir: “Amo a todos ustedes, amo con todo Mi
Corazón, amo a ustedes y he protegido a ustedes de todos los males que ahora en
el momento presente, hacen caer a tantas almas en las manos de Satanás y perder
la salvación.”
Amo a ustedes. He oído
las oraciones de ustedes y a nadie he dejado abandonado ni desamparado.
Amo a ustedes y pido a
ustedes: “Amen el Amor Divino que Me amó y que Me transformó en una estrella
brillantísima en el Cielo, que aún hoy, arroja rayos luminosos en medio de la
oscuridad de la humanidad sin Dios, para iluminarla y mostrar para ella, el
camino cierto de la salvación.”
Amen el Amor Divino,
abriendo para Él, las puertas de los corazones de ustedes. No tengan miedo de
ese Amor. No tengan miedo de experimentar ese Amor. Den una oportunidad a ese Amor y
ustedes verán de lo que Él será capaz de hacer. No lo bloqueen, no lo frenen,
no lo mantengan más reconcentrado en el Corazón de Jesús y de María, pero
antes, dejen ese Amor Divino, esa Llama de Amor, bajar a ustedes y
transformarles en Llamas incesantes de Amor.
Amen el Amor Divino,
renunciando a las cosas mundanas, que impiden a ustedes recibir y vivir ese
Amor, dar los frutos de ese Amor y también transfigurarse en esa Llama de
Amor, tornándose la Perfecta Humanidad Realizada en Dios como la Virgen María
es.
Entonces, ustedes serán
transformados en la imagen y semejanza de Dios, tendrán Su Amor, tendrán Su
Gracia, se tornarán herederos de la felicidad eterna y el Padre revelará a
ustedes los Secretos de Su Amor, que Él sólo revela a aquellos que abren sus
corazones para Él, tornándose Sus amigos y amigos íntimos.
Dios mandó a Nuestra
Reina Santísima aquí para ofrecer a ustedes esa amistad con Él, la amistad del
Amor, el Amor-Amistad. Si ustedes aceptaren ese Amor, Dios vendrá a ustedes,
revelará a ustedes los Secretos de Su Amor, o sea, dará a conocer a ustedes lo
que Él quiere, lo que Él desea, lo que Él siente por ustedes, lo que Él espera
de ustedes. Él revelará a ustedes Sus Misterios que son escondidos de los
hombres, de los mundanos, que no quieren ese Amor y entonces, el alma de
ustedes será traspasada con los rayos del Amor de Dios, los Secretos Arcanos del
Cielo serán desvelados delante de ustedes y ustedes entonces verán, pero no con
los ojos de la carne, con los ojos del alma ustedes verán cuanto Dios les ha
amado, cuanto Dios ha hecho por ustedes. Ustedes verán la Gloria de Dios, la
belleza de Dios y la extensión infinita del Amor de Dios por ustedes.
Fue eso lo que sucedió
Conmigo, Yo abrí Mi Corazón al Amor-Amistad de Dios en las tardes que Yo pasaba
en oración ininterrumpida en Mi jardín. Y cuando Yo abrí Mi Corazón para el
Amor-Amistad por el Señor, Él vino a Mí, Él Me hizo sentir Su Amor, Él Me hizo
experimentar Su Amor, Él Me reveló Su Faz amorosa, Él desveló delante de Mí Sus
Secretos, Él Me hizo ver aquello que Él quería de Mí, aquello que Él esperaba
de Mí y cuando Yo lo vi, cuando vi la Faz del Señor con los ojos de Mi alma, con
los ojos del Amor, entonces, Mi alma se ligó a Él para siempre, Mi alma se
arrojó en Él como hierro en el horno. Y entonces, Mi alma se fundió con Él, se
tornó una sola cosa con Él y entonces, Él pasó a vivir en Mí y ya no era más Yo
que vivía en Mí, pero era Él que vivía en Mí. Si ustedes abrieren sus corazones
a ese Amor, lo mismo sucederá con ustedes.
Dios no tiene ningún
amigo, mientras todos ustedes tienen tantos. Sólo Él y Su Madre no tienen
ningún verdadero amigo que tenga por Ellos el Amor-Amistad y que quieran
unirse con Él por el Amor de intimidad. Sean ustedes las almas que quieran
tener ese Amor con Ellos, mientras tantos no quieren tener. Y entonces, Yo digo
a ustedes: “Ustedes también se transformarán en otras Águedas, otras Ágatas,
que iluminarán el mundo con la luz del Amor, con la luz del Amor Divino y entonces,
todas las almas conocerán ese Amor y conociendo ese Amor, conociendo esa
Verdad, serán salvas por esa Verdad. Yo les ayudaré con Mis oraciones.”
Continúen rezando Mi
Coronilla siempre que ustedes pudieren, porque a través de ella, voy a dar a
ustedes muchas y copiosas gracias.
*Coronilla de Santa
Águeda de Catania:
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