OCTAVA
DE PASCUA
FIESTA
DE LA DIVINA MISERICORDIA
MENSAJE
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
“Mis hijos, hoy, en la
fiesta de Mi Misericordia Divina, Yo vengo nuevamente para decirles: “Soy el
Dios Misericordioso, Soy el Salvador Misericordioso de toda la humanidad y toda
alma que recurrir a Mí, apelando para Mi Misericordia, la recibirá."
Perdono hasta a los peores pecadores, sólo no puedo perdonar a aquellos que se obstinan en sus pecados e insisten en permanecer en la locura de sus culpas hasta el fin de la vida.
Perdono hasta a los peores pecadores, sólo no puedo perdonar a aquellos que se obstinan en sus pecados e insisten en permanecer en la locura de sus culpas hasta el fin de la vida.
A todo aquél que
recurrir a Mí, apelando para Mi Misericordia por medio de Mi Madre Santísima, ese
ha de recibir Mi Misericordia. Perdono a todo corazón arrepentido y jamás
negaré Mi Gracia a quién recurrir con confianza a Mi Misericordia.
Aquí que es el trono de
Mi Misericordia y donde verdaderamente los Mensajes que di a Mi hija Faustina
son verdaderamente conocidos, meditados y divulgados, derramo un océano sin fin
de Misericordia a toda alma que recurre a Mí, apelando a Mi Misericordia.
Toda alma que venga a
Mí aquí precisando de Mi Misericordia, la alcanzará y el alma que colabore con
Mi Misericordia, esa alma será querida y amada por Mí como la flor más bella y
perfumada que Yo mismo recogeré para Mi alegría y alabanza por los siglos y de
los siglos.
A todos Yo bendigo con
amor: de PLOCK… de CRACOVIA… de VARSOVIA… y de JACAREÍ.”
MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Mis hijos, hoy, en la
fiesta de la Divina Misericordia, vengo como Madre de la Misericordia para
decir a ustedes: “Soy la Madre de la Misericordia que a ningún pecador rechaza.”
Soy la Madre de la
Misericordia que a ningún pecador niega la Misericordia, el perdón y la
salvación.
Soy la Madre de la
Misericordia que todo hace para la salvación de todos Sus hijos. Sólo no puedo
ayudar al pecador obstinado que rehúsa Mi ayuda y que rehúsa Mi Amor, que
rechaza Mi Amor. De lo contrario, incluso el peor pecador si acepta Mi Amor, si
quiere Mi ayuda, ha de ser salvo por Mí.
Soy la Madre de la
Misericordia que ama a los hijos dóciles y obedientes, pero que aborrece a los
rebeldes y desobedientes, a los soberbios que en su corazón se rehúsan a
obedecer Mi voz. Para esos es imposible la Misericordia.
Por eso, les pido Mis
hijos, renuncien a toda soberbia para que puedan verdaderamente tener la santa
humildad que los tornan dignos de ser ayudados por la Misericordia del Señor,
por Mi Misericordia Materna.
A todo aquél que venga aquí,
que es Mi trono de Misericordia para pedirme la Misericordia, la alcanzará.
Continúen rezando Mi
Rosario todos los días.
Dilaten sus corazones
para Mi Llama de Amor haciendo la lectura y la meditación espiritual diaria que
enriquece a las almas de ustedes con santos pensamientos y abre la inteligencia
para conocer la Gloria de Dios, Su Amor, Su Voluntad.
Continúen divulgando
Mis Apariciones en Fátima para que más y más hijos Míos conozcan los Mensajes
que di a Mis Pastorcillos, para que el mundo sea salvo. Mi Mensaje de Fátima es
para toda la humanidad, es la salvación del mundo que está en juego, o la
salvación o la perdición eterna de las almas. Por eso, divulguen Mi Mensaje de
Fátima, hagan con que todos obedezcan Mi Mensaje de Fátima y entonces, Dios
mandará la paz al mundo.
Aquí donde terminaré
aquello que comencé en Fátima, ustedes deben ahora verdaderamente vivir este
Mensaje y decir, dar el “Sí” de ustedes a todo cuanto entonces Yo pedí, para
que Mi plan de amor se realice y así, muchas almas sean salvas para la Gloria
del Señor.
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