6 de Julio del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Yo soy el Señor de toda la creación. Oh, Hombre de la
Tierra, cómo pones a prueba Mi paciencia. No confundan Mi paciencia con
sus pecados como tolerancia. He enviado a ustedes a la Virgen
Santísima con el mensaje para estos tiempos, el cual debería cambiar el
rumbo de su decadencia moral. No pueden elegir el Amor Santo y elegir
el pecado.”
“La razón de su decadencia moral
es la indiferencia; la indiferencia hacia su relación Conmigo y
agradarme a Mí; la indiferencia para distinguir el bien del mal; la
indiferencia para descubrir la verdad.”
“El
Amor Santo es el camino que les he enviado para convertir su
indiferencia en el celo por amarme a Mí y a su prójimo como a sí
mismos. No lo desdeñen como si fuera un mensaje más del Cielo. Ya no
prueben más Mi paciencia. Díganme: ‘Habla, Señor. Tu siervo
escucha’.”
Lean el Salmo 19:8-15
La
ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor
es verdadero, da sabiduría al simple. Los preceptos del Señor son
rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos. La palabra del Señor es pura, permanece para
siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. Son
más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel,
más que el jugo del panal. También a mí me instruyen: observarlos es
muy provechoso. Pero ¿quién advierte sus propios errores? Purifícame
de las faltas ocultas. Presérvame, además, del orgullo, para que no me
domine: entonces seré irreprochable y me veré libre de ese gran pecado. ¡Ojalá sean de tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi redentor!
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