19 de Septiembre del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Estoy aquí, el Señor de lo importante y de lo
irrelevante, del soberbio y del humilde. Yo soy el refugio y protector
del Resto Fiel y de todos los que poseen sabiduría y verdad en sus
corazones. Yo soy el Señor de los que están engañados por sus propias
opiniones.”
“Décadas atrás, envié a la
Santísima Madre a la Tierra pidiendo la advocación de ‘Protectora de la
Fe’, lo cual fue inmediatamente descartado como innecesario e
irrelevante. Así que Yo vengo aquí como protector del Resto Fiel. Yo
no busco aprobación terrenal. Yo busco a las almas que están
confundidas por los desafíos terrenales de la fe. Quiero que ellas
vengan a Mi Corazón Paternal considerándolo como un refugio seguro y que
se unan en la verdad. Aquellos líderes que reinan sobre la confusión y
no intentan conciliarla con la verdad son responsables ante Mí. Yo no
muestro ningún favoritismo hacia el poder en el mundo. Por el
contrario, quienes están en posiciones de gran influencia tienen mucho
más por lo cual rendir cuentas.”
“La doctrina
de la fe y Mis mandamientos no van a cambiar para convenir a una
población equivocada. Yo no ofrezco ninguna deferencia a las personas
que son complacientes. Yo aguardo pacientemente a que las personas me
complazcan a Mí por medio de la obediencia.”
“Proteger
la fe, que en el pasado fue considerado como innecesario, se ha hecho
sumamente importante, pues los desafíos populares de la fe están
respaldados por quienes tienen roles de liderazgo. Responsables ante Mí
son los que negocian la verdad y abusan de la autoridad. Yo no puedo
decirlo más claramente.”
Lean Sabiduría 6:1-11
¡Escuchen,
reyes, y comprendan! ¡Aprendan, jueces de los confines de la tierra!
¡Presten atención, los que dominan multitudes y están orgullosos de esa
muchedumbre de naciones! Porque el Señor les ha dado el dominio, y el
poder lo han recibo del Altísimo: él examinará las obras de ustedes y
juzgará sus designios. Ya que ustedes, siendo ministros de su reino, no
han gobernado con rectitud ni han respetado la Ley ni han obrado según
la voluntad de Dios, él caerá sobre ustedes en forma terrible y
repentina,
ya que un juicio inexorable espera a los
que están arriba. Al pequeño, por piedad, se le perdona, pero los
poderosos serán examinados con rigor. Porque el Señor de todos no
retrocede ante nadie, ni lo intimida la grandeza: él hizo al pequeño y
al grande, y cuida de todos por igual, pero los poderosos serán
severamente examinados. A ustedes, soberanos, se dirigen mis palabras,
para que aprendan la Sabiduría y no incurran en falta; porque los que
observen santamente las leyes santas serán reconocidos como santos, y
los que se dejen instruir por ellas, también en ellas encontrarán su
defensa. Deseen, entonces, mis palabras; búsquenlas ardientemente, y
serán instruidos.
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