25 de julio 2017
“Queridos
hijos! Sean oración y reflejo del amor de Dios para todos los que están
lejos de Dios y de los Mandamientos de Dios. Hijitos, sean fieles y
decididos en la conversión y trabajen en sí mismos a fin de que la
santidad de la vida pueda hacerse verdad para ustedes. Exhórtense al
bien a través de la oración para que su vida en la Tierra sea más
agradable. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”
25 de agosto de 2017
“Queridos
hijos! Hoy los invito a ser personas de oración. Oren hasta que la
oración se convierta en alegría para ustedes y en un encuentro con el
Altísimo. Él transformará su corazón y ustedes se convertirán en
personas de amor y de paz. No olviden, hijitos, que Satanás es fuerte y
desea alejarlos de la oración. Ustedes no olviden que la oración es la
llave secreta del encuentro con Dios. Por eso estoy con ustedes, para
guiarlos.
¡No desistan de la oración!
Gracias por haber respondido a mi
llamado. ”
2 de agosto de 2017
“Queridos
hijos, por voluntad del Padre Celestial, como Madre de Aquel que os
ama, estoy aquí con vosotros para ayudaros a conocerlo, a seguirlo. Mi
Hijo os ha dejado las huellas de sus pies para que os sea más fácil
seguirlo. No temáis, no estéis inseguros, yo estoy con vosotros. No os
dejéis desanimar, porque es necesaria mucha oración y mucho sacrificio
por aquellos que no oran, aquellos que no aman y no conocen a mi Hijo.
Ayudadlo viendo en ellos a vuestros hermanos.
Apóstoles de mi amor,
prestad atención a mi voz en vosotros, sentid mi amor materno. Por eso,
orad; orad actuando, orad dando, orad con amor, orad con las obras y con
los pensamientos, en el Nombre de mi Hijo. Cuanto más amor deis tanto
más recibiréis; el amor surgido del Amor ilumina el mundo; la redención
es amor y el amor no tiene fin. Cuando mi Hijo venga de nuevo a la
Tierra buscará el amor en vuestros corazones. Hijos míos, Él ha hecho
por vosotros muchas obras de amor: yo os enseño a verlas, a
comprenderlas y a darle gracias amándolo y perdonando siempre de nuevo
al prójimo; porque amar a mi Hijo significa perdonar. A mi Hijo no se lo
ama si no se sabe perdonar al prójimo, si no se intenta comprenderlo,
si se lo juzga. Hijos míos, ¿de qué os sirve la oración si no amáis y no
perdonáis? Os doy las gracias. ”

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