4 de Septiembre del 2017
Mensaje Público
Nuevamente
veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón de Dios
Padre. Dice: “Yo soy el Señor de todas las naciones y de cada corazón,
ya sea que elijan reconocerlo o no. Nada sucede en ningún momento
presente que Yo no sepa y que no haya sabido desde toda la eternidad.
Es difícil que ustedes comprendan esto porque viven en el tiempo y
espacio. Mi Omnipotencia, si confían en Mí, debe ser su paz y
seguridad.”
“En el mundo actual, ustedes
tienen un líder sinvergüenza* –uno de muchos– que está abusando de su
posición al exhibir sus proezas militares. De verdad les digo, en breve
le será difícil contener sus esfuerzos sólo dentro de su territorio.
Su ego seguirá buscando cada vez más atención y muestras de poder. El
bien tiene que alinearse con el bien por el bienestar del mundo. La
confrontación física puede llegar a ser necesaria y una realidad. Yo he
visto y veo muchos de estos líderes egoístas que, sin excepción, se
salen del reino de la verdad y de los ideales cristianos. Muchas vidas
inocentes se ven amenazadas por ese error. La paz de sus corazones
sucumbe al vivir con la amenaza de un ataque nuclear.”
“Las
decisiones producen decisiones. Las acciones deshonestas de algunos
exigen una respuesta por parte del bien. Es así como la paz se
estabiliza nuevamente. Yo veo muchas pruebas y dificultades por delante
para este País y para su Presidente. Manténganlo en sus oraciones
pidiendo que la sabiduría lo cubra.”
*El dictador de Corea del Norte.
Lean Baruc 3:12-14
¡Tú has abandonado la fuente de la sabiduría! Si hubieras seguido el camino de Dios, vivirías en paz para siempre.
Aprende dónde está el discernimiento, dónde está la fuerza y dónde la
inteligencia, para conocer al mismo tiempo dónde está la longevidad y la
vida, dónde la luz de los ojos y la paz.
Sabiduría 3:9-11
Los
que confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles
permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia
son para sus elegidos. Pero los impíos tendrán un castigo conforme a sus razonamientos, porque desdeñaron al justo y se apartaron del Señor. El
que desprecia la sabiduría y la enseñanza es un desdichado: ¡vana es
su esperanza, inútiles sus esfuerzos, infructuosas sus obras!
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