1 nov 2017

Mensaje mensual: Octubre 2017 - Monte Faro de Luz: España

7 de Octubre de 2.017
Monte Faro de Luz 

Valencia de Alcántara 
Cáceres - ESPAÑA
 

Santa María:

Pequeños, míos hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y Luz de mi Luz en vuestras almas.

Meditad a mi hijo JUAN, hacedlo, hijos míos, es las enseñanzas que mi Dios vuestro Dios os da para que tengáis vida y conozcáis sus proyectos.


Mirad, hijos míos, hoy es un día grande en el mundo y sobre todo para todos mis hijos que rezan la oración preferida de mi Corazón, el Santo Rosario; hoy vengo con la advocación del Santo Rosario, aunque soy Faro de Luz. Mirad, hace siglos Yo me presenté a mi hijo Domingo y le dije: “toma este mi Rosario para que lo lleves por el mundo y recen los hombres para su salvación”. Así lo hizo mi hijo y así se supo en el mundo, y rezó el mundo, y mi Rosario, mi Corazón ha salvado y salvará a muchos hijos míos que en el Rosario depositen amor, amor, amor, que vengan a mí, que recen Conmigo. Yo estaré siempre en esos, mujeres y hombres y niños, mi Corazón, el Rosario es una oración, hijos míos, sencilla y humilde que mi Dios Padre Creador me la dio para Yo entregarlas a todos vosotros al mundo.


Me aparezco en Fátima, hijos míos, y le digo a mis niños: “Yo soy vuestra Madre del Rosario, rezad el Rosario y así salvareis el mundo de las guerras, de las catástrofes, del Demonio”. Y hoy aquí Yo en mi Casa de Amor os lo digo a todos vosotros: REZAD EL ROSARIO, llevad el Rosario por el mundo, no os canséis de rezar el Rosario, porque en cada cuenta está mi Corazón y mi Corazón está siempre con todos mis hijos que me aman; sí, hijos míos, hacedlo.
 

Un día en Pontevedra Yo le dije a mi pequeña Lucia: “quiero que hagáis los cinco primeros sábados de mes en mi honor, pero siempre rezando el Rosario; haced un acto de contrición, pedid por el Papa, pedid por la Iglesia, pedid por los pobres pecadores, confesad; y Yo le dije, salvaré a todos aquellos que hagan este pequeño sacrificio”. Hacedlo, hijos míos, es muy sencillo, porque si lo hacéis estáis en contacto con el Cielo y Yo soy Cielo y todo lo que traigo a la tierra es porque mi Creador así lo quiere. Que nada se haga sin vuestro Creador, hacedlo todo en silencio. Sí, hijos míos, en humildad, porque aquellos que se ensalzan serán humillados y los que se humillan serán ensalzados; no queráis tener el son ese que decís vosotros yo, yo, yo; quitáoslo, haceos pequeños, como esos niños, mis niños de Fátima, que rezaban y todo era bondad, humildad y sencillez; vosotros cuando haya pena, dolor, id a ellos con humildad, no queráis broncas, no queráis, hijos míos, odios y mentiras, celos y envidias; porque mirad, tantas veces os lo he dicho, en la envidia, en los rencores, en los celos, en las mentiras, en la hipocresía, en la falsedad, Dios, mi Dios y Señor y vuestro Dios y Señor no está, se va; Dios, mi Dios, vuestro Dios, quiere el alma limpia y pura como Yo quiero que todos vosotros seáis puros y limpios.

Poned alegría en todo aquello que sea pena y dolor; id cantando Aleluya; Señor te amo, Jesús te amo, Jesús te amo, todo el día teníais que hacerlo y veréis que bien vais a estar en esta vida, porque el que mora y el que está en vuestras almas, es mi Dios, vuestro Dios.
Llevad las cruces, hijos míos, con alegría, no con tristeza, porque la tristeza es el Demonio, el que viene haceros daño. Cantad a vuestro Dios: “Señor aquí estoy, hágase tu voluntad, yo soy nada pero Tú me harás grande para el Cielo y aquí en la tierra que yo sepa llevar el Amor que Tú me das a esas almas que están detrás de mi o delante, que yo sea siempre un baluarte para esas almas que Tú me pones ahí a mi lado”.


Sí, hijos míos, tenéis que ser ya hombres de oración y mujeres de oración, ya tenéis que dejar el mundo a un lado; buscad siempre la perfección de la oración, y tantas veces lo he comunicado aquí y en el mundo: Sagrario, Sagrario, Sagrario; que contento se pone mi Hijo, y Yo también, cuando vemos, como vosotros llamáis Iglesia, los templos de mi Hijo llenos alabando y hablando con vuestro Dios y Señor; que contento; pero hoy en día, hijos míos, se vacían las iglesias, los templos, porque los hombres han dado la espalda a su Dios, no quieren saber nada de ese Dios que un día los llevará al Cielo; están dando la espalda y están cavando su fosa para el Infierno, porque no quieren y no saben amar.


Hijos míos, vosotros estáis aquí en esta Casa, mi Casa de Oración; sed fieles, sed buenos, sed santos, buscad la Santidad; la santidad es fácil de tenerla, es hacer la voluntad de Dios, mi Dios, vuestro Dios; al negarse así mismo, coged su Cruz, tu cruz, la tuya, la otra, la del hijo, la del esposo, la de la madre, la del padre y decid: “Señor, Tú si que llevaste la Cruz, la pesada, la de todos; hazme serte fiel, hazme buscar tu Amor, hazme buscar el Cielo, yo quiero, Señor, ser un hijo pequeño tuyo, pero que nunca, nunca te vayas de mí, porque sin Tí no soy nada”. 


También os digo, hijos míos, como siempre, Asia, Italia, Jerusalén, Estados Unidos, Francia, España y tantos países que están en guerra y declarando la guerra y matando a inocentes.
Vosotros sois los pilares del mundo, hijos míos, y tenéis que rezar, y hoy más que nunca os digo: Rosario, Rosario, Rosario, para salvar al mundo; vosotros tenéis ahora en vuestra España, mi España de amor, de María, conflictos porque los hombres son soberbios y solamente quieren poder, odios, mentiras y ahí está la Masonería; no os olvidéis de la Masonería que es la que está pisoteando el mundo, y España está pasando por un dolor muy grande, hijos míos; los que eran hijos míos, muchos de ellos se han ido; pero vosotros tenéis que atraerlos otra vez al redil rezando el Rosario, y Yo estaré siempre a vuestro lado porque esas oraciones del Rosario, mi Rosario de Amor, las llevo al Cielo y voy como tantas veces os he dicho haciendo una alfombra para que un día los salvados pisen por esa alfombra y vayan a la Mesa Celestial a estar con mi Dios, vuestro Dios cantando Aleluyas: “Gloria a Ti Señor, Gloria a Ti Señor, Bendito Señor, Tu eres el Señor y el poder de todas nuestras almas, Tu nos creaste para Ti, Señor que te busque siempre con mi alma de mi corazón, con las entrañas de mi alma, que yo siempre vaya a Ti y esté siempre contigo” Sí, hijos míos, decídselo a vuestro Dios, mi Dios, que queréis ser felices, amorosos; y caridad, caridad, caridad, caridad, mucha caridad; y eso, hijos míos, tenéis que desarrollarlo en aquel hermano que está a vuestro lado, al esposo, a la esposa, al hijo, a la hija; amor con amor se paga, como decís vosotros en la tierra; el Cielo da siempre Amor, pero el hombre está engañado y engaña porque quieren poder, miseria, odios y rencores.


Hijos míos, Yo soy vuestra Madre, Faro de Luz, hoy del Rosario, pues quiero, hijos míos, que cuando salgáis de mi Casa y vayáis a vuestras casas recéis un Rosario por la conversión de todos los hombres y también especial por España, especial por Italia, especial por mi tierra; sí, hijos míos, también por todos los países árabes que son mis hijos y Yo también los quiero, pero necesitan la conversión de su Dios verdadero; y vosotros, y en el mundo, porque este mensaje será llevado al mundo, rezad y pedid por todos los pobres pecadores.


Hijos míos, os amo; hoy vengo, como me ve mi hijo, de blanco total, vengo con millones de ángeles, vengo con mi Hijo al lado, vengo con mi Esposo José, vengo con el Espíritu Santo, San Pio, Santa Rosa de Lima, Santa Clara, San Anacleto, San Juan, San Antonio, San Francisco de Asís; y también aquellos que hoy están ya en el Cielo: Juanfra, Anabel, Visitación, Antonio, Flora, Nati, Manuel, Rodolfo, Agripina, ya están en las Mesas del Señor, de mi Dios, vuestro Dios, ahora ellos pedirán por todos vosotros, y no os olvidéis de las almas del Purgatorio, porque ellos cuando salgan pedirán por vosotros para que vosotros tengáis pequeños momentos en el Purgatorio.


Os quiero mucho, hijos míos, y os doy mi bendición, pero como siempre mi Dios Padre Creador, Dios Hijo Redentor, el Espíritu Santo mi Esposo Santificador y Yo vuestra Madre Miriam, Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz, Faro de Luz.


Adiós, hijos míos, adiós pequeños, no os olvidéis de besar esta tierra, porque en esta tierra Yo pongo mis pies, haced un acto de reparación siempre cuando vengáis o cuando os vayáis, sabed que aquí estoy Yo siempre.


Adiós hijos míos, adiós hijos...
Ntra. Madre en Monte Faro de Luz.

1 comentario:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=7tYTFqU86wc
    La Virgen María revela el significado del libro del Apocalipsis al Padre Gobbi. Lean u oigan el video.

    ResponderEliminar