MENSAJE
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
“Queridos hijos, hoy
cuando ya están conmemorando aquí el aniversario de Mis Apariciones a Mi hijita
Mariette Becco, quiero decirles que Yo soy la Virgen de los Pobres.
Soy la Virgen de los
Pobres, que viene del Cielo para llamar a todos Mis hijos a la conversión y a
la oración.
Recen, recen mucho.
Solamente por la oración ustedes
pueden cambiar los corazones de las personas. Solamente por la oración pueden alejar los males.
Solamente por la oración pueden
alcanzar las gracias. Solamente por la oración
ustedes pueden agradar a Dios y conseguir las gracias para tener una vida
santa.
Deseo que ustedes confíen
en Mí. Hagan lo que Yo digo y entonces, Yo daré Mis Gracias a ustedes. Fue eso
lo que Yo quise decir en Banneux cuando dije: ‘Crean en Mí, Yo creeré en ustedes.’
Cuando ustedes crean en
Mí, crean en Mis Mensajes, confiaren que, lo que Yo digo a ustedes es el mejor
para la salvación de ustedes, es el único camino para la salvación de la
humanidad y para la paz del mundo, solamente así las gracias de Mi Llama de
Amor bajarán sobre ustedes y sobre toda la humanidad, renovándola y
transformándola.
Entonces, Mi Llama de
Amor se irradiará desde aquí, de nación en nación, transformando y convirtiendo
todos los corazones y las almas de Mis hijos en llamas ardientes e incesantes
de amor.
Mi Llama de Amor debe
actuar ahora poderosamente para salvar a Mis hijos. Por eso hijitos, abran
largamente sus corazones para que Mi Llama de Amor pueda actuar, trabajar en
las almas de ustedes y a través de ustedes: convertir, salvar y transformar a
tantos de Mis hijos que vaguean por el mundo perdiéndose y endureciendo el
corazón a cada día más.
Si Yo encuentro aquí los
apóstoles ardorosos que Yo preciso, que renuncien a su voluntad, que renuncien a
su comodismo, que renuncien a su querer para ayudarme a salvar las almas de Mis
hijos, entonces verdaderamente, Mi Llama de Amor podrá actuar con poder para
salvar las almas de Mis hijos y hacer verdaderamente con que Mi Corazón
triunfe, y el reino de Satanás sea aniquilado.
Preciso
de apóstoles. Preciso de almas que tengan un corazón de apóstol y de santo
como Mi hijo Luis María Grignion de Montfort, Mi hijo Domingo de Guzmán y
también Mi hijito Marcos que, incluso enfermo esta semana, hizo la Coronilla de
la Misericordia nueva con esas bellas meditaciones, para ayudar a salvar las
almas de ustedes Mis hijos.
Es eso lo que ustedes
deben tener: una llama de amor ardiente
en el alma, un celo ardiente por la salvación de las almas y renunciar al
confort y hasta el descanso de ustedes, para que las almas sean salvas. Así
es que verdaderamente Mi Corazón triunfará, por la respuesta pronta, profunda,
verdadera y ardiente de Mis apóstoles.
Mi
Corazón Inmaculado triunfará. Y entonces,
transformará el mundo entero en el Reino de Amor de Mi Corazón.
Recen el Rosario todos
los días y sean pobres de espíritu, o sea, aquellos que no tienen vanidad, que
no tienen sed de las honras y de las glorias de este mundo, aquellos que no
tienen sed de los placeres de este mundo, que no tienen la concupiscencia de
los ojos y que tienen como su único tesoro y su único todo: DIOS. Su amor y Su gracia.
A todos Yo bendigo con
amor: de BANNEUX… de MONTICHIARI…y de JACAREÍ.”
(Vidente
Marcos): “Madrecita del Cielo ¿Puedes tocar Señora en estos
rosarios y objetos santos para la oración y la protección de tus hijos?”
(María
Santísima): “Conforme ya dije: ‘Adonde quiera que unas
de estas imágenes y rosarios lleguen, allí Yo estaré viva, llevando las grandes
gracias del Señor.’
A todos nuevamente
bendigo y dejo Mi paz.”

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