19 de Enero del 2018
Mensaje Público
Una
vez más veo una gran llama que he llegado a reconocer como el Corazón
de Dios Padre. Dice: “Yo soy Dios, el Padre del Universo. En Mí está
el principio y el fin. Mi tiempo es infinito. Yo quiero que toda la
creación esté unida en este tiempo infinito. Cuando una persona acuda a
ustedes pidiendo ayuda, ofrezcan rezar por ella. No la critiquen por
quejarse, tal vez ustedes sean los únicos en quien ella confía. Algunos
no tienen un sistema de ayuda en el mundo. Sean de un solo corazón y
una sola alma. Sean compasivos ante las necesidades de los demás y ante
la intensidad del sufrimiento. La Escritura está llena de historias de
cómo Mi Hijo era abordado con las necesidades de los demás. Nada más
escuchen. Si el sufrimiento es algo que Yo deseo que el alma ofrezca,
entonces él o ella no sanarán.”
“A cada uno de
ustedes lo pongo en el camino de quien Yo quiero que ayuden; ya sea
mediante la oración, el sacrificio o la ayuda física o emocional. No
permitan que estas oportunidades se les escapen de las manos por
considerar que su función es diferente.”
Lean Filipenses 2:1-4
Si
la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el
consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y
la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo
bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo
pensamiento. No hagan nada por rivalidad o vanagloria, y que la
humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes
mismos. Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino
también el de los demás.

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