Jesucristo nos dice:
"El ser humano inconstante como es, cambia de dirección como el viento muchas y muchas veces. Son muy débiles y miserables, y basta una pequeña ilusión de placer, una pequeña ilusión de felicidad mundana, para que sus corazones ya luego se volteen para el mundo y olviden todas las gracias que Yo, que Mi Madre, que Mi Padre, les dimos."
La Santísima Virgen nos advierte
Sí, los tres días de
tinieblas vendrán Mis hijos y será horrible. Dos tercios de la humanidad
perecerán y el un tercio que quede, tendrá que hacer penitencia por un tiempo
por la hambruna y por la sed. Pero no tengan miedo, Mis verdaderos hijitos
estarán bien guardados debajo de Mi Manto y Yo cuidaré de ellos con amor, con
Mis Ángeles y nada les faltará.
La humanidad está al
borde de los mayores castigos. He dicho esto en muchos lugares, pero no Me
llevan a serio. Cuando perciban, ya será demasiado tarde y no sabrán ni incluso
qué los golpeó.
Dediquen su vida ahora a
la oración, porque nada es más importante que eso. Piensen menos en las cosas
mundanas, piensen más en las cosas del Cielo y recen más.
Ustedes están Mis hijos a
las puertas de un gran cambio mundial y continúan todavía apegados a este mundo
dominado por el pecado, como si ustedes fuesen a vivir aquí para siempre.
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