Mensaje mensual 2 dic 2017 - España: Faro de Luz

Mensaje de la Santísima Virgen María

 

Pequeños míos, hijos míos, paz tengáis en vuestros corazones y Luz de mi Luz en vuestras almas.

Sí, hijos míos, una vez más estoy con todos vosotros, mis hijos pequeños, mis hijos de amor ¡Cuánto os amo, hijos míos! Pero mirad, no quiero rencores, ni cóleras, ni insultos unos con los otros; sed pacíficos, amaos, amaos como mi Hijo y Yo os amamos, fortaleceos en el Sagrario de mi Hijo, allí vosotros tendréis la savia, la Luz y la Esperanza y la Caridad.

Mi Hijo vino a salvar al mundo y vosotros, hijos míos, tenéis que meditar aquello que mi Hijo vino, hizo y está haciendo por todos los hombres.

Sed humildes, hijos míos, sencillos, como al principio os he dicho, nada de cóleras, insultos, blasfemias; sí, hijos míos estas cosas no entran en el Cielo, en el Cielo entra, como os digo siempre, la Pureza, la Humildad, la Luz; sed perseverante, hijos míos, no os olvidéis de asistir al Templo, al Templo de mi Hijo, a mi Templo; id allí, si no queréis todos los días, hijos míos, meditad la Pasión de mi Hijo, meditadla.

El mundo se destrona, hijos míos, como estáis viendo, pero no tengáis miedo de aquellos que dicen que se acaba el mundo ya; no, hijos míos, solamente mi Dios Creador, vuestro Padre Dios Creador, sabe el día y el momento, el minuto el segundo; vosotros, hijos míos, caminad todos con mucho amor, mucha alegría y pedir mucho por aquellos que sufren que están a vuestro alrededor; también pedid por aquellos que matan, aquellos hijos míos que están haciendo estragos a otros hijos míos; vosotros tened caridad y amor y perdón para aquellos, tendréis el ciento por uno, hijos míos, si sabéis perdonar.

Caminad por el mundo llevando el Evangelio de mi Hijo, no os olvidéis, porque lo mismo que recibís vosotros la Palabra de mi Hijo vosotros tenéis la obligación y el deber de llevar la Palabra a otros hermanos vuestros.

Yo me aparezco en el mundo entero, muchos me siguen, muchos me aman, pero muchos me desprecian, no quieren saber nada ni de mi Hijo ni de Mi, me arrinconan como a mi Hijo, sacrilegio, sacrilegio, todos los momentos los segundos del día, del año, y tantos y tantos sacrilegios a la Divinidad de mi Hijo. ¡Pobrecitos míos!, por esos estáis aquí y en todas las partes del mundo donde Yo me aparezco; creedlo, hijos míos, vuestra Madre se aparece en el mundo para que vosotros Conmigo salvemos a la humanidad.

Vosotros tenéis los talentos, hijos míos, para discernir lo que tenéis que hacer con vuestras almas; tened cuidado con el Demonio, que es muy astuto y entra por los sentidos, el Demonio está en todos los lugares donde mi Hijo y Yo estamos, porque quiere destruir la Verdad, por eso estoy aquí Yo con todos vosotros, mis hijos, para que Conmigo llevemos a las almas a la Mesa Celestial de mi Dios Creador, vuestro Dios Creador, almas limpias; llevad siempre las lámparas encendidas no seáis necias como aquellas que no llegaron al banquete de mi Hijo, vosotros todos tenéis que llevar las lámparas encendidas. Ahora es tiempo, hijos míos, hoy empieza como, vosotros decís en la tierra, ADVIENTO ¿Qué quiere decir Adviento? Recogimiento, penitencia, oración, amor, y ese silencio que tenéis que tener todos en todos los momentos de vuestra vida, silencio para los hombres y hablar con mi Dios vuestro Dios.

¿Qué os enseña vuestro Dios, hijos míos?: amor, fraternidad, caridad. Y el Demonio, ¿qué os enseña?: lujuria, borracheras, pecados graves, crímenes, odios, odios, hijos míos; el hombre está lleno de odio, porque solamente quiere él ser él ese Dios que nunca podrá serlo porque solo hay un Dios, mi Dios Creador y vuestro Dios Creador. Amadlo mucho, pedidle, estad siempre con Él: “Padre, te amo, Padre, ven a mí, Padre, quiero ser bueno, Padre, quítame de esta angustia y de esta tristeza que inunda mi alma, Padre, no me abandones, estate siempre conmigo porque yo fui creado por Ti y yo quiero buscarte, alabarte, bendecirte y amarte siempre”.

También os digo, hijos míos, que pidáis mucho por los sacerdotes, mis hijos predilectos, muchos de ellos están solos, necesitan apoyo, necesitan cariño de nosotros, no les critiquéis, no habléis mal de ellos, porque mirad, son elegidos de mi Dios, vuestro Dios Creador, para llevar las almas al Cielo; tened en cuenta esto, hijos míos; pedid para que haya muchos sacerdotes en la tierra,porque está llegando el momento que va a haber un silencio y a veces vais a querer un sacerdote y no vais a encontrarlo, porque vocaciones, hijos míos, sacerdotales y religiosas cada día hay menos; pero, ¿sabéis porque? Porque el Demonio está filtrado en los corazones de los padres y descuidan a los hijos; si una familia no reza, no va a la Iglesia a adorar a su Dios y a pedirle, los hijos no pueden ir, por eso os digo aquí hoy como en el mundo entero, cuidad a vuestros hijos, llevad y amamantadlos con el Amor de mi Hijo, vuestro Jesús, vuestro Dios, vuestro Maestro, para que haya vocaciones sacerdotales y religiosas.

La familia tiene que estar unida en el amor, en la oración, y Yo aquí dije que Yo traía un Rosario para que todos vosotros aquí y en el mundo rezaseis, porque Yo estoy haciendo una escalera con los pétalos de cada cuenta de cada rosario para que un día piséis vosotros y venir al Cielo a esas Moradas que están preparadas para aquellos hombres y mujeres y niños que de verdad aman a su Dios.

Hijos míos, penitencia y oración, hacedla, hacedla; aquello que os cueste más, hacedlo, dádselo a aquella otra persona que esté a vuestro lado, una manzana, “Señor te ofrezco esta manzana, pero no me la voy a comer, la voy a ofrecer por mi hijo, por mi padre, por mi amigo, por aquel amigo, por aquel que está desesperado, por aquel que va a morir, haced un día en silencio, tantas veces os lo he dicho, hacedlo, un día en silencio no significa tanta cosa, significa que ese día de silencio está en contacto con el Cielo; vosotros hacedlo, hijos míos, y haced esas penitencias, esas penitencias que ya dicen que no se llevan, que es una bobada; sí, hijos míos, no es bobada es un amor con mi Dios, vuestro Dios, porque vosotros estáis dando un momento de vuestro ser a vuestro Dios.

Amaos, hijos míos, Yo os amo mucho y Yo vengo aquí a daros gracias y os digo que me pidáis porque aquí estoy para recibir todo aquello que vosotros traéis en vuestros corazones, vuestros hijos, vuestras familias, vuestros amigos, por el mundo, y también os quiero comunicar que pidáis por el Líbano, mi pueblo Israel, Alemania, España, mi España de amor, mi España de María ¿Qué habéis hecho con vuestra Madre María? Francia, Siria, China, Corea, Estados Unidos, Sudamérica, toda Sudamérica necesitan de oración, de sacrificio y la penitencia os lo decía hace un momento a todos, penitencia y oración.

Id al Templo, hijos míos, confesad más a menudo y sobre todo un ratico con mi Hijo en el  Sagrario, no tengáis miedo, no tengáis pereza, id al templo a buscar a vuestro Dios, hablar convuestro Dios, mi Dios, está esperando a todos vosotros, al final saldréis contentos con mucha alegría, con paz y con humildad; quitaos el yo, hijos míos, el yo, el ego, eso que decís vosotros en la tierra, es cosa del Demonio, el hombre con el ego y el yo es el Demonio encarnado en la persona; nada de esto tenéis que tener vosotros, porque vosotros sois elegidos de mi Corazón y el Corazón de mi Hijo.

Id contentos y alegres a buscar la Montaña donde mi Hijo os está esperando con los brazos abiertos para recogeros y para bendeciros.

Y ahora, hijos míos, os doy la bendición, pero como siempre, mi Dios Padre Creador, mi Hijo de Amor, el Espíritu Santo, mi Esposo Santificador, y Yo vuestra Madre Miriam, Corazón de María, Faro de Luz, Faro de Luz, Faro de Luz; sed dulces como Yo vuestra Madre soy dulce; seguid caminando con el Amor de mi Hijo

Adiós pequeños míos, adiós hijos, adiós...
Ntra. Madre en Monte Faro de Luz.