2 de mayo de 2018
"Queridos hijos, mi Hijo, que es la luz del
amor, todo lo que ha hecho y hace, lo hace por amor. Así también
vosotros, hijos míos, cuando vivís en el amor y amáis a vuestro prójimo,
hacéis la voluntad de mi Hijo. Apóstoles de mi amor, haceros pequeños.
Abrid vuestros corazones puros a mi Hijo para que Él pueda actuar por
medio vuestro. Con la ayuda de la fe, llenaos de amor, pero, hijos míos,
no olvidéis que la Eucaristía es el corazón de la fe: es mi Hijo que os
nutre con su Cuerpo y os fortalece con su Sangre. Este es el milagro
del amor: mi Hijo, quien siempre y nuevamente viene vivo para dar vida a
las almas. Hijos míos, al vivir en el amor hacéis la voluntad de mi
Hijo y Él vive en vosotros. Hijos míos, mi deseo materno es que lo améis
cada vez más, porque Él os llama con su amor, os da amor para que lo
difundáis a todos alrededor vuestro. Como Madre, por medio de Su amor,
estoy con vosotros para deciros palabras de amor y de esperanza, para
deciros palabras eternas y victoriosas sobre el tiempo y sobre la
muerte, para invitaros a ser mis apóstoles del amor. ¡Os doy las
gracias! "
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