19 de Enero del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: Hijos, tienen que comprender que, para
ganar cualquier batalla, primero tienen que percatarse de ella y
reconocerla. En estos tiempos, el campo de batalla es el corazón
humano. En cada corazón existe una continua e intensa batalla entre el
bien y el mal; una batalla que la mayoría ni siquiera
reconoce. Algunos que han perdido la batalla intentan convencer a otros
de que lo bueno es malo y viceversa. Ellos utilizan la confusión como
su arma, pues intentan ganar la batalla de Satanás por él.”
“Para ganar esta guerra, tienen que mantenerse siempre en
alerta. Si bajan la guardia, Satanás utiliza el momento presente como
propio. El resultado de esta guerra determina el lugar del alma en la
eternidad. En el camino hacia la victoria o la derrota, muchas vidas
son perjudicadas. Naciones enteras provocan guerras visibles en el
mundo. Millones son engañados por líderes soberbios. Antes de que
tengan paz en el mundo, la verdad y la rectitud tienen que ganar la
batalla entre el bien y el mal en sus corazones. Recen por la paz en
los corazones; una paz que sea victoriosa sobre todo pecado, envidias y
ambición egoísta.”
Lean 1ª Pedro 3:3-4
Que su elegancia no sea el adorno exterior –consistente en
peinados rebuscados, alhajas de oro y vestidos lujosos– sino la actitud
interior del corazón, el adorno incorruptible de un espíritu dulce y
sereno. Esto es lo que vale a los ojos de Dios.
19 de Enero del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Cada oración que se reza con el corazón
acorta el reino de Satanás y debilita su poder.”
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