14 de Marzo del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos Míos, esta pandemia es una prueba
difícil. Comprendan que no hay enfermedad alguna que pueda separarlos
del poder de Mi gracia; solamente el pecado puede hacerlo. Aunque hay
muchas cosas y necesidades que ahora son difíciles de conseguir, ustedes
no pueden estar en cuarentena de Mi poder. Saber esto tiene que ser su
seguridad hoy.”
“Esta cruz la están experimentando todos Mis hijos alrededor del
mundo. Es un reflejo de la nube maligna que está intentando sofocar
todo el bien que hay en el mundo. El virus se puede evitar si se tiene
mucho cuidado. Los síntomas han sido identificados y pueden ser
tratados. El mal que cubre la tierra, sin embargo, no puede ser tan
fácilmente identificado y, por consiguiente, no se puede evitar.”
“Mientras que los funcionarios de salud los exhortan a permanecer
lejos de grandes aglomeraciones, y con toda razón, Yo los exhorto a
unirse espiritualmente y a llenar el Cielo con sus oraciones. Recen
pidiendo que esta enfermedad no sea larga y que nadie tenga una muerte
desprovista.”
“Hijos Míos, tengo sed de sus oraciones.”
Lean Filipenses 2:1-2
Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si
algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o
la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría,
permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un
mismo pensamiento.
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