7 de Marzo del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Al alma egocéntrica se le dificulta
abandonarse a Mí más que al alma que primero deja sus necesidades y
deseos por el bien de los demás. Hagan siempre el esfuerzo de poner las
necesidades de los demás antes que las propias. Esto, sobretodo, en lo
relativo a compartir su tiempo. Algunas veces eso es todo lo que
pueden darle al otro, pero si lo dan con amor, es lo máximo que Yo puedo
pedirles.”
“El egoísmo interfiere con la gracia. Muchas veces, la gracia que
evita el alma egoísta es la decisión de rezar por los demás. A veces,
el mérito que el alma recibiría por la oración caritativa se ve mitigado
si se lo cuenta a los demás. Que todas sus obras de caridad –de
pensamiento, palabra o acción– sean entre ustedes y Yo, siempre que sea
posible.”
“Yo amo y honro a un alma entregada. Yo correspondo a su amor de muchas formas.”
Lean Santiago 2:8
Por lo tanto, si ustedes cumplen la Ley por excelencia que está
en la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, proceden bien.
1ª Corintios 13: 4-7
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no
hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio
interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra
de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo
disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
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