17 de Abril del 2020
Viernes de la Octava de Pascua
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Con paciencia y sabiduría, soporten
estas tribulaciones actuales. Todas las cosas y situaciones son
pasajeras. Sabiendo esto, tengan esperanza en el corazón. La esperanza
es creer en algo que no se puede ver. Ustedes no pueden experimentar
la victoria sin pasar primero por las pruebas de la guerra.”
“El retraso de nuestros eventos especiales de oración disminuirá si
ustedes se comprometen a rezar con el corazón. Hagan de sus corazones
una capilla privada de oración y retírense ahí con frecuencia a lo largo
del día. Hagan pequeñas peregrinaciones a Mi amado lugar de
oración. Todas las gracias siguen estando ahí; nadie puede legislar en
contra de ellas. Tengan la santa expectativa de que nuestros eventos
especiales se van a reanudar y estarán bajo menos escrutinio del que
tendrían ahora.”
“Yo los amo y confío en que van a perseverar.”
Filipenses 2:14-16
Procedan en todo sin murmuraciones ni discusiones: así serán
irreprochables y puros, hijos de Dios sin mancha, en medio de una
generación extraviada y pervertida, dentro de la cual ustedes brillan
como haces de luz en el mundo, mostrándole la Palabra de Vida. De esa
manera, el Día de Cristo yo podré gloriarme de no haber trabajado ni
sufrido en vano.
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