25 de Abril del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Estos tiempos no tienen
precedente. Nunca ha habido tanta amenaza a su salud y bienestar por
tan solo tener relación con el medio ambiente. Cuando se termine esta
cuarentena, ustedes serán más agradecidos por los simples privilegios
cotidianos, tales como la libertad de ir a donde quieran, de comer en
restaurantes y reunirse socialmente con los demás. Sin embargo, el
virus no va a desaparecer de la noche a la mañana; será una victoria
gradual. La precaución será la clave conforme la sociedad circule
nuevamente.”
“Todo esto ha afectado no solamente el bienestar físico, sino
también el bienestar espiritual. Estoy esperando recibir a cada uno de
ustedes en los lugares de culto. Mis Brazos y Mi Corazón están abiertos
para ustedes. Los exhorto nuevamente a abrir sus corazones a las
oraciones unitivas conforme se acerca la hora de la
reivindicación. Busquen la sabiduría celestial que los guiará para
saber qué deben y qué no deben hacer. No confíen tan solo en lo que
ustedes quieren hacer. A través de la prudente sabiduría, permitan que
Yo los guíe en su recuperación.”
Lean Santiago 3:13-18
El que se tenga por sabio y prudente, demuestre con su buena
conducta que sus actos tienen la sencillez propia de la sabiduría. Pero
si ustedes están dominados por la rivalidad y por el espíritu de
discordia, no se vanaglorien ni falten a la verdad. Semejante sabiduría
no desciende de lo alto sino que es terrena, sensual y
demoníaca. Porque donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden
y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto
es, ante todo, pura; y además, pacífica, benévola y conciliadora; está
llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y
sincera. Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que
trabajan por la paz.

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