LLAMADO DE JESÚS SACRAMENTADO A SU PUEBLO FIEL.
Mi Paz sea con vosotros, Amados Hijos
¡Qué tristeza siento en mi Corazón Amante al
ver el desprecio, la humillación y el sacrilegio, que voy a recibir de
parte de muchos de mis Pastores y de mis Hijos, cuando sean reabiertas
mis Casas! Os digo, que mi Santo Sacrificio, ya no será el mismo; el
pretexto de la pandemia hará que muchos de mis Sacerdotes y Jerarcas de
mi Iglesia, profanen mi Divinidad dando mi Cuerpo y mi Sangre, a mi
Rebaño en la mano como si se tratara de cualquier pedazo de pan.
¡Pastores infieles!, ¿no sabéis qué en toda Hostia Consagrada, estoy
Yo, Vivo y Real, dándome como Cordero Inmolado, como Alimento
Espiritual, para mi Pueblo? ¡Qué falta de sensatez! ¡Qué falta de
caridad, para Conmigo y mi Rebaño, la que vais a cometer cuando se
reanude mi Santo Sacrificio!
Yo soy el Cordero de Dios que baja del Cielo en
cada Consagración hecha por mis Pastores Fieles; cada Hostia
Consagrada es alimento espiritual para mis Ovejas. En cada Hostia
Consagrada por mis Sacerdotes se lleva a cabo el Misterio de la
transubstanciación de mi Cuerpo y de mi Sangre. Soy Yo, en toda mi
Divinidad, que baja del Cielo para hacerse Vida, para darse como
Alimento Espiritual a su Rebaño y morar en el corazón de cada uno de mis
Hijos fieles, que me reciben dignamente. No Soy cualquier pedazo de
pan. Soy el Pan Vivo bajado del Cielo. Soy el Maná Espiritual, que
sacia el hambre y calma la sed de mi Rebaño.
Soy vuestro Dios Uno y
Trino, que viene a daros Vida en Abundancia. Yo, os pregunto: ¿Si
merezco tan vil atropello de parte de algunos de mis Pastores que me
reparten a mi Pueblo, como si fuera cualquier pedazo de pan? ¿Si
merezco tan vil atropello cuando soy recibido por muchos de mis Hijos,
indignamente o en la mano? En verdad os digo: Todo aquel que me dé, o me
reciba indignamente, o en la mano, es "Reo de Culpa" y comete
sacrilegio, si no se arrepiente y repara por ello. De la forma como me
tratéis en este mundo, así también seréis tratados en la eternidad,
cuando os presentéis ante Mí.
¡Recapacitad, Pastores de mi Iglesia;
recapacitad Ovejas Insensatas, para que mañana no tengáis de qué
lamentaros! Soy el Cordero de Dios que se da por Amor a vosotros y se
hace Vida en la sencillez de cada Hostia Consagrada. ¡No lo olvidéis,
para que no sigáis maltratando mi Divinidad! Mi Paz os dejo, mi Paz os
doy. Arrepentíos y Convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Rebaño mío
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