3 de Junio del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos, hagan todo lo que puedan en el
momento presente para crecer en santidad mediante un Amor Santo más
profundo. Esta es la manera: Apréndanse los mandamientos y vívanlos
con celo. Enamórense de la obediencia a Mis mandamientos. Al ser un
ejemplo de esa obediencia, ayudarán a los demás en su viaje a la
santidad. Este es el tipo de evangelización que no necesita ninguna
predicación verbal. Un evangelizador así nunca podrá ser etiquetado de
insistente. Nunca se consideren lo suficientemente santos. Siempre hay
lugar para más amor en el corazón. Entonces, conforme buscan mejorar
su propia imagen en la santidad, también estarán obrando secretamente en
la santidad de su prójimo a través del ejemplo.”
Lean 1ª Timoteo 6:11-16
Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas; corre al
alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la
paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. Combate el buen combate de
la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que
hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. Te
recomiendo en la presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de
Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan hermoso testimonio, que
conserves el mandato sin mancha ni culpa hasta la Manifestación de
nuestro Señor Jesucristo, que a su debido tiempo hará patente el
Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los
señores, el único que posee inmortalidad, que habita en una luz
inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni lo puede ver. A
él el honor y el poder por siempre. Amén.
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