5 de Julio del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Hijos, el enemigo de sus almas es quien
busca destruir la fuerza que tienen en su herencia. La historia
compartida de su Nación es lo que los une y los hace más
fuertes. Satanás quiere dividirlos como pueblo –un pueblo de Dios–, un
pueblo que busca Mi bien. Al hacerlo, él puede conquistarlos mediante
la confusión de sus corazones. La historia que tienen en común –su
herencia– los une. Su Nación fue fundada por aquellos que buscan la
libertad para rezar como les plazca. En la actualidad, está de moda
ignorarme a Mí y a Mis mandamientos.”
“Tengan la santa valentía para cuestionar el error. No escuchen
las infames protestas de prejuicio. Los fanáticos son los que se oponen
a la verdad y no aceptarán la recta razón. Yo acompaño a quienes están
Conmigo.”
Lean Efesios 4:11-16
Él comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a
otros predicadores del Evangelio, a otros pastores o maestros. Así
organizó a los santos para la obra del ministerio, en orden a la
edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre
perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de Cristo. Así
dejaremos de ser niños, sacudidos por las olas y arrastrados por el
viento de cualquier doctrina, a merced de la malicia de los hombres y de
su astucia para enseñar el error. Por el contrario, viviendo en la
verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la
Cabeza, y de él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los
ligamentos que lo vivifican y a la actividad propia de cada uno de los
miembros. Así el Cuerpo crece y se edifica en el amor.
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