24 de Agosto del 2020
Mensaje Público
Nuevamente veo una gran llama que he llegado a reconocer como el
Corazón de Dios Padre. Dice: “Nadie pasa por esta vida en la tierra
sin algún tipo de herida, física o emocional. La clave para la
santificación es ofrecer todo como un regalo de sacrificio para
agradarme a Mí, lo cual puede salvar almas y transformar
corazones. Ustedes no pueden hacer esto exitosamente si primero no
perdonan. Las almas necesitan perdonarme y no culparme a Mí por las
formas en que Mi Divina Voluntad se manifiesta en sus vidas. Necesitan
perdonar a todos los demás que ustedes sienten que los ofendieron. Con
mucha frecuencia, esas ofensas son realmente malentendidos que podrían
resolverse con conversaciones humildes.”
“El perdón no pude realizarse en un corazón que no ama. El amor es
el cimiento de cada virtud, sobre todo del perdón. El perdón requiere
un cierto morir a uno mismo; una renuncia a la soberbia. Muchos
problemas del mundo se podrían resolver si los corazones, por medio del
Amor Santo, pudieran abrazar el perdón y empezar otra vez.”
Lean 1ª Corintios 13:4-7, 13
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no
hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio
interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra
de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo
disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. …En una
palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero
la más grande todas es el amor.
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